La Unicef presentó «Posicionamiento sobre adolescencia en el país», un documento sobre la realidad en salud, educación y derechos de los chicos y las chicas de entre 10 y 18 años. Los resultados demostraron que más de la mitad de ellos no termina el secundario y que 1 de cada 6 trabaja.
Una «radiografía» que Unicef presentó hoy sobre la base de datos oficiales ratifica que uno de los sectores del país más castigado es el de los jóvenes que tienen entre 13 y 17 años, ya que casi la mitad enfrenta problemas como la pobreza, la deserción escolar, la inaccesibilidad a métodos anticonceptivos y embarazos no deseados.
Unicef recopiló datos oficiales –Indec y Anses– que mostraron que el 51% de este sector es pobre, que el 45 por ciento no termina el secundario y que hay medio millón de adolescentes que ni siquiera empezó primer año.
El informe remarca que el abandono escolar «está fuertemente relacionado con la inserción temprana en el mercado de trabajo, sobre todo entre los varones, y el embarazo entre las mujeres». El 15% de los nacimientos en Argentina son de embarazos adolescentes: 6 de cada 10 no son planificados y 1 de cada 10 mujeres abandona la secundaria por tal motivo o porque se aboca al cuidado de sus hijos, hijas, hermanos o hermanas menores.
A su vez, las carencias económicas se hicieron presentes entre los jóvenes. Según Unicef, la pobreza monetaria afecta mayormente a este grupo etario: 1 de cada 2 adolescentes de entre 13 y 17 años es pobre; entre los 14 y los 15 años, 1 de cada 6 trabaja; entre los 16 y los 17 años, lo hace 1 de cada 3.
De acuerdo al informe, «las manifestaciones más graves de violencia tienen lugar dentro de los hogares, ocurren en privado y son difíciles de detectar». Entre los 12 y los 14 años, 1 de cada 3 chicos y chicas sufren castigos físicos por parte de sus padres; entre los 15 y los 17 años, la proporción es 1 cada 4. En cuanto a los casos de suicidio adolescente, en 2015 se registraron 438 muertes, de las cuales 3 de cada 4 se corresponden con un varón.
Las cifras contrastan contra la idea de que 1 cada 25 adultos a cargo de los niños cree que se los debe castigar físicamente. 1 de cada 3 adolescentes entre los 12 y los 14 los sufre por parte de sus padres y 1 de cada 4 entre los 15 y los 17 años. Por ser víctimas de abuso, violencia, abandono o trato negligente, 3.654 adolescentes de 13 a 17 años viven sin cuidados parentales en instituciones y familias alternativas.
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