Scioli amplió la ventaja y Macri negó un pacto con Massa. El candidato del FPV logró superar en más de 14 puntos al alcalde, el más votado de Cambiemos. El líder del PRO rechazó un acuerdo con UNA antes del potencial balotaje.
El largo y complejo recuento de votos de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) del domingo terminó ayer pasado el mediodía con la confirmación de que el Frente para la Victoria (FPV) resultó la fuerza más votada en el diagrama que los ciudadanos dibujaron hacia el recambio presidencial del 25 de octubre próximo.
Escrutado el 97,84% de los votos, Daniel Scioli confirmó el liderazgo con el 38,41%, seguido por el frente opositor Cambiemos, con el 30,07. El gobernador bonaerense y candidato del FPV logró finalmente ampliar a 14 puntos la distancia con Mauricio Macri que fue el más votado de su espacio y sumó el 24,28 por ciento.
El frente UNA cosechó en el tercer puesto el 20,63%, con la sumatoria de un 14,23 de votos de Sergio Massa, y otro 6,40 aportado por el cordobés José Manuel De la Sota. Desde ayer, los candidatos que quedaron en los primeros puestos –Margarita Stolbizer por Progresistas; Adolfo Rodríguez Saá por Compromiso Federal; y el FIT, con Nicolás Del Caño, también pasaron el piso del 1,5% que fija la ley electoral para quedar en carrera– dieron las primeras señales para ampliar su base de apoyos.
El objetivo compartido es sumar los respaldos que les permitan imponerse en primera vuelta o bien –un escenario más realista para la posición– forzar el balotaje previsto para el 22 de noviembre.
Scioli optó por una primera aparición con su compañero de fórmula, Carlos Zannini. Insistió con que ambos encarnan la propuesta electoral «más previsible» y subrayó que el FPV consiguió el primer puesto en 20 distritos, a excepción de la Ciudad de Buenos Aires, Mendoza, Córdoba y San Luis.
Desde ayer, el comando sciolista hace cálculos sobre la potencial migración de los votos de De la Sota y Rodríguez Saá. Y confía en invertir la relación de fuerzas en la provincia mediterránea sobre la base de la buena relación de Scioli con el flamante mandatario, Juan Schiaretti.
La elección de Santa Fe concentra una serie de datos que el FPV buscará replicar en otros distritos: una figura ¿nueva? como la de Oscar Perotti –muy activo durante la campaña– logró empujar la boleta Scioli-Zannini en un distrito que hasta no hace mucho tiempo se perfilaba como refractaria al oficialismo.
Macri volvió a elegir la foto de conjunto. Se mostró junto a sus socios Ernesto Sanz y Elisa Carrió y sumó a María Eugenia Vidal, protagonista de la pelea opositora en la provincia de Buenos Aires, primer distrito electoral del país con el 37,01% del padrón. «Más de seis de cada diez argentinos se pronunciaron por un cambio», sintetizó.
El líder del PRO confía en retener los votos cosechados por Sanz (3,45%) y Carrió (2,34%), y capturar de la performance de UNA, el otro espacio opositor al oficialismo. Ayer, sin embargo, negó la posibilidad de un acuerdo electoral con Massa antes de una eventual segunda vuelta.
Tercero, a más de 20 puntos de distancia de Scioli en el recuento individual, el ex intendente de Tigre buscó apuntalar la idea de la tercera vía e insistió con la empresa de buscar una ruptura de la polarización.
El massismo se ilusiona con forzar un balotaje de fuerzas opositoras, amparado en el diagnóstico de que el FPV pudo haber alcanzado su piso de crecimiento tanto como el PRO. «Hay un lugar para una tercera vía que no es la vuelta a los ’90 ni continuar por el rumbo de la gestión», evaluó.
La provincia, la llave
El extenso territorio bonaerense terminó de configurar bien entrada la madrugada de ayer los resultados finales de la gran encuesta nacional del domingo.
Allí, donde gobierna desde hace ocho años, Scioli sumó el 39,49 por ciento. El frente opositor Cambiemos logró el 28,99 y UNA el 20,69. Desde ayer, el oficialismo analiza con lupa la perfomance electoral de la alianza del PRO, la UCR y la CC en los 63 distritos –en una clara mayoría del interior del distrito, salvo La Plata y Vicente López– donde logró marcar ventaja sobre el FPV.
En el oficialismo, atribuyen esa performance al «voto castigo» del sector agropecuario y confían en revertir la tendencia con posibles medidas correctivas de gestión en esa materia.
La pelea oficialista que dominó la agenda del último tramo de la campaña cerró finalmente con el triunfo de la fórmula Aníbal Fernández-Martín Sabbatella. En el final del recuento provisorio, el jefe de Gabinete se impuso con el 21,16% de los votos, contra el 19,17 del binomio Julián Domínguez-Fernando Espinoza.
Si bien el FPV sumó el mayor caudal de votos sumando ambas listas, la candidata más votada en forma individual fue la macrista María Eugenia Vidal con el 29,4 por ciento. La siguió Felipe Solá, por UNA, con el 19,5 por ciento.
Tras la áspera disputa interna en la que derivó la denuncia mediática contra Aníbal Fernández, el PJ bonaerense buscó dar un inmediato mensaje de unidad. El jefe de Gabinete y flamante candidato abrió las puertas de su despacho a los adversarios y, un rato después, fue recibido, junto a Sabbatella, por CFK en la residencia de Olivos.
A esos signos de distensión se sumarán en los próximos días los puentes de diálogo con los intendentes que sufrieron derrotas en sus pagos, un giro clásico del PJ para aglutinar fuerzas detrás del proyecto de permanencia nacional.
Los oficialismos
La selección de candidatos en los cinco distritos que también definieron postulantes a la gobernación confirmó la tendencia de respaldo ciudadano a los oficialismos. En las provincias de Catamarca, Chubut, Entre Ríos y San Juan, los aspirantes del FPV consiguieron triunfos que los ubican en posición cómoda para disputar en octubre.
Lucía Corpacci (Catamarca) y Martín Buzzi (Chubut) allanaron el camino para la reelección. En San Juan, Sergio Uñac, delfín de José Luis Gioja; y en Entre Ríos, Gustavo Bordet, bendecido por Sergio Urribarri, lograron una clara victoria. En San Luis, en tanto, Alberto Rodríguez Saá confirmó el liderazgo y tradición política del distrito puntano.
«El FPV aumentará los votos»
El dirigente de La Cámpora y candidato a diputado nacional por Santa Cruz Máximo Kirchner cuestionó la interpretación sobre los resultados conseguidos por el frente Cambiemos a nivel nacional, al sostener que ese espacio hizo «una mala elección”, y consideró que «el Frente para la Victoria va a aumentar considerablemente el caudal de votos en octubre».
«Una diferencia (negativa) de más de 12 puntos para un candidato que cuenta con el apoyo de todo el aparato mediático, es una mala elección», analizó Máximo Kirchner sobre la diferencia conseguida por la fórmula presidencial de Daniel Scioli y Carlos Zannini sobre el binomio encabezado por Mauricio Macri.
«El Frente para la Victoria va a aumentar considerablemente su caudal de votos. El mayor ruido de la oposición son los microclimas mediáticos y les cuesta aceptar el clima de la sociedad cuando vota», puntualizó.
En esa línea de razonamiento, advirtió que los dirigentes opositores «salen de los estudio de televisión pensando que van a ganarle a todo el mundo y después en la calle hay otra cosas, la gente quiere calidad de vida quiere vivir mejor».
Y concluyó: «Hay una gran valoración de lo hecho por el kirchnerismo y si el mismo Macri termina reconociendo las políticas centrales de nuestro gobierno significa que la sociedad lo obligó a hacer eso.»
Fuente: Tiempo Argentino
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