Massa íntimo: familia, prensa libre y pizza para pobres. El color del triunfo del tigrense: el ‘estilo M’, semillas peronistas y el baile cumbiero de madrugada que nadie vio.
Sergio Tomás Massa plantó su «semilla» del Frente Renovador un domingo soleado en el que respondió más preguntas a los periodistas que Néstor y Cristina Kirchner en diez años en el poder. Poderoso justamente terminó sintiéndose a la una de la mañana, con una tendencia irreversible sobre Insaurralde en los televisores, y por eso volvió al escenario a bailar con su esposa Malena Galmarini y el cumbiero local Pablo Lescano. De tan feliz que estaba, Massa terminó abrazándose con un militante pobre que la «década ganada» parece no haber incluido.
El dia comenzó con un desayunó en familia, siguió con la votación en Rincón de Milberg, almuerzo familiar, breve encuentro con principales asesores de campaña para analizar los resultados a boca de urna y sobre las 21 horas llegó al búnker en el Complejo Pipa de Puerto de Frutos, a la orilla del Río Luján, en el mismo espacio donde se montó la cancha de tenis para Roger Federer y Delpo
Pizza e inclusión. Durante varias horas, el búnker estuvo poblado por unos 200 periodistas y apenas cuatro o cinco militantes. Los seguidores de Massa se hicieron esperar pero tuvieron su premio. El catering contratado sirvió pizza y empanadas por igual a invitados especiales, la prensa y los chicos que llegaban con sus madres desde las villa de San Fernando.
Cuando sólo se había escrutado el 20% de las urnas en la provincia de Buenos Aires, Massa confió en los resultados de sus fiscales y saltó al escenario como ganador. Habló diez minutos por «cadena nacional» y agradeció la confianza de los votantes. A un costado lo adoraban un equipo con tanto pasado en el kirchnerismo como él: el exjefe de Gabinete Alberto Fernández, Felipe Solá (cuarto en la lista de candidatos), el extitular del BCRA Martín Redrado, los exministros K de Economía Roberto Lavagna y Miguel Peirano y el exsecretario de Seguridad de Menem y Duhalde, Miguel Angel Toma. El humorista Fabian Gianola llegó muy temprano, pero solo salio del VIP para aplaudir al nuevo «jefe».
Estilo M. El intendente de Almirante Brown, Darío Giustozzi, su principal aliado y segundo de la lista a diputados, señaló que «triunfó un estilo». A juzgar por el búnker, la estética «+a» recordó los comandos de campaña del PRO en Costa Salguero (con mucha música de fondo), pero cuando ingresó la hinchada de Tigre y un micro con militantes desde Malvinas Argentinas -llevados por Jesús Cariglino- y otro desde Almirante Brown (Giustozzi), la atmósfera del búnker comenzó a impregnarse de un aroma más peronista.
Por eso, el ex jefe de Gabinete destacó que el Frente Renovador tiene un «fuerte anclaje en el peronismo, pero con la capacidad de incorporar otras corrientes». Una fórmula superadora que «mira a futuro, no al pasado». Siguiendo esa línea, la «barra» de Massa dedicó tantos o más cánticos a Daniel Scioli que a la Casa Rosada.
Ahora, en cuanto a política comunicacional, en un punto el ‘estilo Massa’ no se distanció mucho del de Cristina Fernández anoche: los dos fueron los únicos oradores arriba del escenario. Eso sí, el tigrense dejó que las principales figuras de su equipo -Giustozzi, Alberto Fernández o Héctor Daer- tuvieran un contacto libre con la prensa.
Además, Massa predicó con el ejemplo: dio una rueda de prensa con más de una docena de preguntas abiertas (hasta 678 tomó el micrófono) y luego atendió, por separado, a Canal 13-Todo Noticias, Telefé y América ya pasada la medianoche. ¿Agotado? Para nada. En un solo día, el tigrense respondió más de 50 preguntas. Ninguna logró incomodarlo.
Su cintura oratoria hizo que nunca mencionara directamente a Cristina Fernández o a Daniel Scioli, aunque destacó que su frente «derrotó a 70 intendentes, al aparato de la Provincia y al aparato nacional». Para insistir en su lema de campaña, reiteró que «no estamos de acuerdo con la re-reeleccionen a nivel nacional, ni tampoco a nivel provincial ni municipal. Y eso que muchos intendentes que nos apoyan han seguido por esos mecanismos. A eso también hay que ponerle límites». Massa va por todo.
En la rueda de prensa, Perfil.com le preguntó al intendente tigrense si hoy firmaría el resultado de las PASO para octubre y, además, si piensa que habrá más ‘campañas sucias’ desde la Casa Rosada para desprestigiarlo. La primera respuesta: «Aspiramos a construir una mayoría importante». Y la segunda: «Todos me vieron, yo dejo el alma, pongo a mi familia, todo sobre la mesa. Si alguien me quiere hacer campaña sucia, allá él».
De tanta cercanía con los medios, las preguntas sobre su pasado kirchnerista fueron y vinieron. Hasta que en un momento, Sergio Massa zanjó la cuestión: «Nadie tiene el sello en la frente». Pasadas las dos, Massa y su esposa continuaban en el VIP dando abrazos y besos a conocidos y desconocidos, muchos de ellos simples vecinos de Tigre que se acercaron, pese a que el intendente ya trascendió los quehaceres barriales.
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