El Grupo Techint le ofreció a la ANSeS comprarle todas las acciones que el Estado tiene en Siderar y la propuesta fue rechazada por el gobierno de Cristina Fernández Kirchner.
La oferta se reiteró a lo largo de los últimos dos años, desde la estatización de las AFJP. Pero se reafirmó ahora durante las duras negociaciones sobre la conformación del nuevo directorio de Siderar. Amado Boudou le trasmitió a Luis Betnaza, el número dos de Techint, que el Gobierno quería aumentar la injerencia en las decisiones de la firma. Y en ese marco Techint volvió a ofrecer comprar el paquete de acciones. La oferta involucra una cifra millonaria, de un total aproximado de 2.871 millones de pesos. Se trata del 26% del paquete accionario, alrededor de 90 millones de acciones de Siderar.
La propuesta del Grupo Rocca apuntó a solucionar el conflicto y la negativa del Gobierno llevó a una conclusión en la conducción de Techint: que los funcionarios sólo quieren presionar políticamente a la compañía .
La cuestión se analizó en una teleconferencia de la que participó Paolo Rocca con todo el directorio. Varios directivos especulan que dentro del kirchnerismo hay duros que pretenden generar el clima para estatizar Siderar.
Un paper interno señala que el Gobierno ya adoptó dos de los cuatro pasos que llevó adelante Hugo Chávez antes de estatizar Sidor, de Techint. La gravedad del problema llevó al Gobierno a aclarar la situación. Boudou habló con urgencia, para trasmitir que la intención oficial no es estatizar la siderúrgica. El director propuesto por el Estado, también aclaró la cuestión.
Axel Kicillof dijo: «Nadie habla de estatización.» La doble aclaración, estaría reflejando una cuestión: el Gobierno admite que en Argentina tendría un alto costo político tamaña decisión y por eso se conforma con presionar e interferir políticamente a Techint.
La ofensiva se hace al considerar que Techint integra una suerte de «eje del mal», sólo porque no comparte medidas del Gobierno.
Para eso, la Casa Rosada no dudó en modificar por decreto las reglas de juego establecidas en la ley de estatización de las AFJP. En esa crucial legislación se estableció taxativamente que la participación accionaría que iba a tener el Estado era para control, pero no otorgaba derecho político en las decisiones futuras.
El ministro Boudou confirmó esta semana la intencionalidad contra Techint. Así lo dijo: » Quédense tranquilos, que esto es sólo contra Techint». Fue cuando respondió la inquietud de muchos empresarios, preocupados por la ofensiva kirchnerista. La ANSeS tiene acciones de 42 firmas.
Entre ellos estuvo Adelmo Gabbi, titular de la Bolsa de Comercio.
La complicidad de la Bolsa de Comercio con el ataque del Gobierno a Techint se manifestó en su sonoro silencio , teniendo en cuenta que Siderar es una de las principales empresas que animan el mercado bursátil.
Gabbi representa un grupo de financistas que propicia hacer negocios conviviendo con el Gobierno, a pesar de que los funcionarios cuestionen reglas de juego establecidas para las empresas y el mercado de capitales.
Hasta ahora esa posición se impuso en el Grupo de los 6, que tampoco se manifestó en el conflicto. El banquero Jorge Brito se quejó por las duras respuestas de Techint, porque argumenta que dejaba muy expuestas a todas las empresas con participación del ANSeS.
Distinta es la posición en la Unión Industrial Argentina. La decisión de Miguel Acevedo de bajarle el tono a la disputa, apunta a tratar de abrir una negociación amparados en el conflicto judicial.
Ignacio de Mendiguren asume la jefatura de la UIA el martes próximo. Hablará del futuro, pero pedirá terminar con la confrontación permanente y sostendrá que hay que buscar consensos con la intención de que el actual crecimiento se transforme en inversión y desarrollo. En la Unión Industrial hay una clara posición en relación a Techint: se respeta la potestad de control estatal, pero se rechaza que se cambien las reglas de juego preestablecidas por el propio ANSeS. Su cúpula conoce el detalle de la negociación que terminó con el decreto de necesidad y urgencia. El economista y ahora embajador Aldo Ferrer había intervenido en la negociación para la designación de su reemplazante en Siderar.
Fue Ferrer quien propuso como formula de acuerdo nombrar en su lugar a Bernardo Kosacoff .
El tema lo habló Boudou, con Betnaza. El ministro aceptó la propuesta y dijo: «Me parece bien. Fue profesor mío. Tengo la mejor opinión sobre Kosacoff.» Pero Boudou nunca confirmó la aceptación de Kosacoff.
El ministro llevó la idea y fue desautorizado en la Quinta de Olivos . La Presidenta no aceptó la sugerencia del ministro y rompió la negociación con la inmediata aprobación del decreto 441. En la Casa Rosada argumentan que Cristina considera inadmisible la decisión de Techint de ampliar la inversión en Brasil, en detrimento de Argentina.
Estos hechos ocurrieron en medio del viaje de Boudou a Washington, donde se confirmó el anticipo de Clarín : existe un pacto secreto con el Fondo Monetario y el Palacio de Hacienda. Boudou lo había hablado con Nicolás Eyzaguirre y ahora cerró el pacto secreto con el numero dos del FMI. Un acuerdo que no tiene el aval del staff del FMI. Estuvo reunido en secreto con John Lipsky, subdirector del Fondo, y acordaron un impasse en las presiones hasta las elecciones de octubre. El acuerdo secreto, quiere decir también otra cosa: que no habrá ningún avance y normalización con el FMI y el Club de París hasta el final del mandado de Cristina.
Comentar post