Adriana Lorusso entrevistó a Osvaldo Bayer a los 85 años y a salvo de un cáncer que lo amenazó de muerte
El eterno defensor de los derechos humanos solo pierde el buen humor cuando se hace referencia a su distancia de las Madres de Plaza de Mayo. Un conflicto que empezó con declaraciones en «6,7,8» donde señaló que los actuales índices de pobreza eran una deuda pendiente de la gestión kirchnerista. En mayo de este año, en una entrevista para la revista Sudestada, reveló también que sus declaraciones le habían caído muy mal a Hebe de Bonafini porque a ella «no le podés hablar mal del Gobierno». «Hebe llevó a la perdición a las Madres cuando las hizo oficialistas», dijo y agregó que los organismos de Derechos Humanos deberían mantenerse independientes y no intervenir políticamente. De la posibilidad de zanjar diferencias con Bonafini, del periodismo actual, de Lanata y del abuelo usurero de Kirchner, habló en esta entrevista con NOTICIAS pocos días antes de partir hacia Alemania.
NOTICIAS: Usted ha sido periodista gran parte de su vida. ¿Cómo ve la profesión hoy?
Osvaldo Bayer: Son épocas distintas, pero lamento muchísimo cuando no se les paga a los periodistas lo que merecen y también, cuando están obligados a seguir una línea política. El ideal sería que los medios fueran de derecho público. Que no pertenecieran a empresas privadas, ni a familias ni a grandes consorcios sino a cooperativas de periodistas, por ejemplo. De «derecho público» quiere decir un 50% del directorio representado por partidos políticos y el otro 50, por representantes de organizaciones de base.
NOTICIAS: ¿Qué aspectos rescata del Gobierno y cuáles critica?
Bayer:Este Gobierno tiene aspectos muy positivos que no han tenido otros. Por fin los dictadores están en cárceles comunes. Yo tengo 85 años, viví trece dictaduras militares y todos los dictadores murieron en sus residencias, en su cama, cobrando sueldos de general. Y hay que reconocerle otras cosas al Gobierno: la devolución de las jubilaciones al Estado, terminar con las empresas privadas. Lo de YPF me parece un paso positivo. Creo que las riquezas del país tienen que ser administradas por el propio país, pero en forma abierta, donde estén representadas todas las ideologías. También hay muchas cosas que todavía no se han tratado. No hay un plan de defensa de la ecología. No hay una legislación con respecto a la cultura de los pueblos originarios. Y el mayor pecado, yo siempre lo sostengo como slogan, mientras haya villas miserias no hay verdadera democracia en un país. Una democracia tiene que ser capaz de dar un techo a las familias con hijos.
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