El Indio Solari había advertido durante el show sobre el desborde, el recital de Olavarría terminó en tragedia. Al principio del espectáculo había advertido la avalancha.
Olavarría. “Quizás sea apresurado pero ya no me quedan más ganas de esto”, lanzó el Indio Solari como una auténtica catarsis antes de la recta final de su show en Olavarría.
En ese momento no se concía el saldo trágico de la avalancha registrada en los primeros temas. De todos modos ya se notaba que había un sabor absolutamente agridulce tanto para el cantante como para el público.
El Indio había vuelto a romper su propio récord de convocatoria, superando los 200 mil espectadores del año pasado en Tandil. Pero en el concierto nunca se lo notó cómodo por los problemas que advertía en el público más cercano del escenario. De hecho, interrumpió su presentación varias veces.
El show propiamente dicho arrancó con alguna demora, pocos minutos pasadas las 22 de un sábado que se mostró lluvioso durante casi toda la jornada en una Olavarría absolutamente copada por el público ricotero, que sin embargo pudo disfrutar de inolvidables postales de un atardecer bien anaranjado mientras ingresaba al extensísimo predio rural La Colmena (600 x 300 metros, unas 15 manzanas de extensión).
Esa tarde se convirtió rápidamente en una noche fresca aunque con una luna llena impactante, que pareció brillar aún más cuando se apagaron las luces y se escuchó la clásica intro presentando a los Fundamentalistas del Aire Acondicionado. Luego la explosión llegó con los primeros acordes de Barba azul, el tema elegido para abrir.
“Si siguen empujando no vamos poder seguir el show”, avisó un Solari muy disgustado con la situación después de interpretar la festejada Ropa sucia.
Luego pasó de pedir que saquen a “siete borrachitos que están rompiendo las pelotas” a suplicar que sacaran a los que estaban siendo aplastados por la multitud.
“Estuvimos toda la semana hablando de esto”, dijo en referencia a las recomendaciones y advertencias previas para que todo se desarrollara de forma tranquila.
“Hay 200 y pico mil de personas, así que no sean pelotudos y dejen de provocar avalanchas”, lanzó antes de interrumpir por varios minutos el recital.
En el resto del predio el desconcierto era total, ya que nadie suponía la gravedad de lo que estaba ocurriendo cerca del escenario.
Después de la incertidumbre, la decisión fue continuar el show. “Vamos a seguir porque sino va ser peor”, avisó un Solari a quien se lo notó por momentos a desgano y por otros tratando de que la noche pase lo más tranquila posible.
Por eso, quedó claro que hubo cambios repentinos en la lista de temas eludiendo muchos de los temas más agitados y proponiendo más medios tiempos y varios más de lo habitual de su etapa solista.
Sin saber el resultado trágico de las avalanchas, la pregunta era si, finalmente, se trataba del último episodio de Solari. Las malas noticias, para buena parte del público y para este cronista, llegaron después, quitándole importancia a ese interrogante.
Fuente: La Voz
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