Lo resolvió el juez Ariel Lijo. Tambíén están procesados cuatro aportantes de la candidatura de la fórmula presidencial… El juez federal Ariel Lijo procesó por lavado de dinero a Héctor Capaccioli y Sebastián Gramajo.
Se trata de los exrecaudadores del Frente Para la Victoria en el 2007. El magistradó también procesó a Néstor Lorenzo, Carlos Horacio Torres, Solange Bellone y Gabriel Brito, cuatro de los empresarios que figuraron como aportantes de dicha campaña.
En su resolución, el magistrado afirmó que los aportes efectuados por las empresas “Multipharma”, “Global Pharmacy” y “Seacamp” para la campaña electoral del Frente para la Victoria del año 2007 se puso en circulación en el mercado la suma total de 886.000 pesos «de origen ilícito», a los fines de disimular la fuente real de los fondos y obtener su apariencia de licitud.
Se analizó que tanto Néstor Lorenzo como Héctor Capaccioli fueron los encargados de poner en circulación este dinero y aprovecharon la campaña política para llevarlo a cabo.
En base a las limitaciones que presentaba la ley de financiamiento de los partidos políticos (Ley 26.215) necesitaban de compañías privadas para desarrollar la maniobra, ya que no podían realizar donaciones anónimas y, además, tenían un tope máximo por empresa, según publica el CIJ.
La maniobra
El juez demostró que la modalidad empleada por esta maniobra era la siguiente: «Las firmas en cuestión les entregaban a los responsables de la campaña electoral un cheque con el aporte correspondiente, recibiendo a cambio el recibo por parte de éstos y, en la fecha de cobro, las libranzas eran cubiertas con depósitos de dinero en efectivo».
En tal sentido, se verificó que “Multipharma”, “Seacamp” y “Global Pharmacy” no contaban con capacidad económica suficiente para hacer frente a los aportes que aquí se registraron, las sumas aportadas no guardaban similitud con los parámetros de dinero que manejaban, y además no poseían registros contables de los correspondientes aportes realizados. Así, destacó que las empresas carecían de fondos suficientes para ello e igualmente realizaron esos aportes bajo un supuesto modo de donación.
Indicó además que las operaciones realizadas por esas tres empresas no guardaban semejanza con su realidad económica. Aclaró que carecía de sentido realizar una donación por un monto mayor al que la compañía podía manejar, y sólo era posible llevarlo a cabo si ese dinero no le pertenecía. Por ello, sostuvo que se trataba de blanquear dinero de origen espurio que no se encontraba debidamente declarado.
Asimismo, se destacó que Lorenzo retuvo para sí los recibos de los aportes “Multipharma S.A.”, “Global Pharmacy Service S.A.” y hasta aquellos librados a título personal por Torres, los cuales fueron oportunamente incautados de su domicilio en los allanamientos practicados en los autos nro. 1787/07 en el que se investigaba la llamada “mafia de los medicamentos”.
Así, a raíz de todas las pruebas colectadas, el magistrado consideró que «quedó evidenciado que las circunstancias y el contexto en las que los activos fueron manejados permitían deducir indefectiblemente que los fondos aportados sólo podían provenir de la comisión de un delito».
En efecto, destacó que no existiría razón alguna para encubrir el origen del dinero si ello no fuera así.
Ag. de Noticias: La Voz
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