En el sector privado registrado experimentó la menor suba nominal respecto de un año antes, con 31,5%, a un promedio de 10.700 pesos, reflejando el efecto del ajuste que debieron hacer las empresas para enfrentar la adversa coyuntura económica nacional.
El Índice de Salarios del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) que estima la evolución de las remuneraciones pagadas en la economía, registró en el octavo mes del año variaciones dispares: «mientras el sector privado registrado tuvo un incremento del 2,15%, el sector privado no registrado disminuyó 1,07% y el sector público aumentó 5,1%», determinando un alza promedio de 2,28 por ciento.
Por el contrario volvió a caer respecto de la suba de precios que midieron las consultoras privadas, 2,7%. Si a las cifras del Indec las comparamos con la variación del promedio de precios al consumidor que calculan las privadas, los ingresos de la mayor parte de los trabajadores sufrió un deterioro del poder de compra, de casi medio punto porcentual en el mes.
De los datos del Indec surgió que los más favorecidos fueron los ocupados en negro, ya que recibieron una suba salarial de 43,2%, aunque en valores absolutos el promedio de 5.712 pesos se ubicó en la mitad de la media nacional.
En segundo lugar se posicionó el conjunto de los trabajadores en la administración pública, los cuales recibieron un incremento medio de 38,9%, a 11.716 pesos.
En tanto en el sector privado registrado experimentó la menor suba nominal respecto de un año antes, con 31,5%, a un promedio de 10.700 pesos, reflejando el efecto del ajuste que debieron hacer las empresas para enfrentar la adversa coyuntura económica nacional, marcada por mayores costos y menor demanda.
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