«De la Sota es peronista, Massa eligió otra opción». Pidió cuidar y acompañar a Cristina hasta 2015. Considera que el Gobierno nacional corrigió a partir del resultado electoral con Ganancias y más efectivos. Minimizó el pase de dirigentes.
“Siempre quiero ganar”. Daniel Scioli se refiere al futsal, pero también, por supuesto, a la política. En esa modalidad de fútbol, que practica con y contra jóvenes veinteañeros, suele tener experiencias poco agradables.
“El otro día uno me cruzó feo y le pregunté: ¿Quién te mandó, nene? ¿Giustozzi te mandó?
(en referencia al intendente de Almirante Brown, exkirchnerista, hoy lugarteniente de Sergio Massa)”.
El gobernador bonaerense recibió a La Voz del Interior en sus oficinas del piso 19 del Grupo Bapro en la City porteña.
–Usted dice que siempre quiere ganar, pero a veces se pierde, como el oficialismo en las Paso, y no sólo en
su provincia. ¿A qué lo atribuye?
–La gente cada vez se pone más exigente con su voto. Las elecciones legislativas generan un voto muy particular, como también le ocurrió a otras fuerzas oficialistas, por caso el PRO en la Ciudad de Buenos Aires. Ahora vendrá la disputa de octubre. El Gobierno nacional, como cada uno de los gobiernos, buscará interpretar el sentido de ese voto, y se corregirá lo que haya que corregir. Durante los últimos días se decidió el aumento de Ganancias y el desendeudamiento. También desplegar más efectivos federales para la seguridad.
–¿Cuáles son los principales reclamos que recoge en sus recorridas?
–La gente siempre busca progresar. Si tiene trabajo, quiere uno mejor; quiere más seguridad, mejora del barrio. Y tenemos que atenderlo y comprenderlo para trabajar. Pero seamos justos. Son las políticas nacionales las que han conseguido que crezca el país, que se generen puestos de trabajo, y fundamentalmente, se reduzca el peso de la deuda externa que hizo estragos. Reconozcamos que la Presidenta no tira los problemas para adelante, sino que está encarando soluciones de fondo. Desde mi punto de vista hay que acompañar. En los próximos dos años, la Argentina va a tener la oportunidad de encarar una etapa de un intenso desarrollo a partir de lo que se viene haciendo.
–¿Confía en revertir el resultado de las Primarias?
–¿Qué significa revertir? Tener unos votos más, unos votos menos. Que la gente decida con tranquilidad. Nosotros tenemos mandato constitucional hasta fines de 2015.
–¿Le preocupa el pasaje de dirigentes del justicialismo al grupo de Massa?
–Nosotros tenemos en la provincia 70 intendentes y dos mil concejales. Lo importante es cuidar aquellas políticas que han permitido el desarrollo
de los municipios. Por más voluntad o capacidad que tenga un intendente, si no hay buenas acciones en lo nacional y provincial se hace muy difícil. Ahora competimos contra intendentes que fueron elegidos hace un año y medio en una lista que compartieron con Cristina y conmigo. Han elegido otro camino. Compiten con nosotros, con De Narváez, con Stolbizer, con Pitrola y con el “Momo” Venegas. Esta es la realidad. Yo respaldo a Insaurralde y a todos los candidatos peronistas del Frente para la Victoria, como lo hago en los últimos 10 años.
–La oposición dice que el oficialismo ya no irá por la reforma constitucional que habilite un nuevo mandato presidencial.
–El Gobierno ya ha dicho
que no es un tema de la agenda. ¿Qué más tiene que ocurrir? Son temas que se instalan para generar en la gente ciertas reacciones y las cosas fueron demostrando que no fue así. Hay una Constitución y hay un mandato que cumplir. Hemos mostrado un camino, con logros y asignaturas pendientes, que hay que cuidar y completar en estos dos años. Por eso me parece importante, respetando todas las expresiones democráticas, que defendamos y trabajemos por esto, desde nuestro lugar de identidad que es el peronismo. Si hay un gobierno que viene promoviendo políticas peronistas es el de Cristina. Con los gobernadores vamos a cuidar estas políticas que permitieron resurgir a las provincias.
–Aunque sea de manera informal, ¿entre los gobernadores empezaron a hablar sobre 2015?
–Las internas son obligatorias. Eso es muy bueno para los partidos políticos porque genera una gran movilización. Como veo con agrado y me parece importante que un partido como el radicalismo esté revitalizado en estos momentos.
–Usted dijo que quiere dirimir la candidatura en una interna. ¿Contra qué dirigentes imagina competir?
–Es prematuro hacer nombres en vísperas de una elección parlamentaria. Yo tengo una responsabilidad de gobierno hasta 2015. Hoy lo que reina
en el peronismo es un espíritu de unidad.
–¿Cree posible compartir un espacio peronista con otros como Massa o De la Sota?
–Son casos distintos. De la Sota tiene una coherencia, una raíz, un compromiso de militancia y de vida y una tradición de gobierno peronista. Aunque las circunstancias lo ponen donde está, siempre tuve una relación de respeto y de afecto con él. Sergio (Massa), en cambio, es evidente que ha tomado otro camino que no tiene que ver con el peronismo. Está con otras expresiones, con Macri.
–¿A qué atribuye la desconfianza que parecen expresar hacia usted algunos sectores del kirchnerismo?
–Yo me dejo llevar por lo que hablo con la Presidenta, no
por lo que dicen ciertos sectores o los que hablan en off . Las cosas de Estado las hablo con ella. Como cuando era vicepresidente lo hacía con Néstor. Si hubiese tomado decisiones dejándome llevar por lo que se decía le hubiese hecho mucho daño al país, a mi carrera política y a nuestra gente.
Desarrollo industrial
–Desde que se incorporó a la política, pasaron 16 años. ¿Cómo ve que evolucionó el país?
–Hace unos días visité la fábrica de cerámica Zanón, en el parque industrial de la ciudad de Pilar. Ahí estaba (el empresario italiano Luigi) Zanón, el fundador de una empresa familiar de tercera generación, y le pregunté a él, inmigrante italiano, cuál fue la mejor época industrial del país. “Esta”, me dijo, convencido. Ni lo pensó un solo instante. Y continuó: “Hay mercado interno, posibilidad de exportar, incorporación de nuevas maquinarias”. Como este puedo dar un montón de ejemplos, como por caso Siam, la vieja fábrica de heladeras, vuelve a fabricar en Avellaneda. Lo mismo pasa con la industria automotriz y de tractores, textil, metalmecánica. Bueno, el peronismo es eso
Fuente: La Voz
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