Scioli y Macri competirán por la Presidencia en una segunda vuelta electoral. El candidato del Frente para la Victoria aventajaba esta madrugada por un punto y medio al líder de Cambiemos. Ambos disputarán el balotaje el 22 de noviembre. María Eugenia Vidal dio la sorpresa en la provincia de Buenos Aires. Los oficialismos volvieron a imponerse en los comicios provinciales. El mapa de un nuevo Congreso.
El suspenso se extenderá por treinta días más. Por primera vez, una elección presidencial en la Argentina se definirá en una segunda vuelta electoral. Será el 22 de noviembre, con Daniel Scioli y Mauricio Macri como protagonistas excluyentes de la pulseada para definir la sucesión de Cristina Fernández después de doce años de gestión kirchnerista.
Con un 92,30 de las mesas escrutadas, el candidato del Frente para la Victoria (FpV) aventajaba por apenas un punto y medio al postulante de Cambiemos. Esta madrugada, Scioli obtenía el 36,33 por ciento de los votos; seguido de cerca por Macri, con el 34,80.
Esos guarismos marcaban un notable contraste con las marcas de ambos en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) de agosto, cuando el ex motonauta y el empresario sumaron el 38,67 y el 30,12, respectivamente.
El escenario de pseudo-empate aparecía fortalecido por la elección del frente opositor en la provincia de Buenos Aires. En ese territorio político decisivo, Scioli aventajaba a Macri por casi cuatro puntos, pero la candidata a gobernadora de Cambiemos daba la gran nota política de la jornada.
Al cierre de esta edición, María Eugenia Vidal se imponía con el 39,76 por ciento de los votos sobre Aníbal Fernández, con el 34,88. La victoria de la dirigente del PRO instala un escenario inédito para el distrito gobernado sin interrupciones por el peronismo desde 1987.
El triunfo de Vidal estuvo apoyado en otro fenómeno que también era resistido como verosímil en los pronósticos previos: el corte de boleta. Esta madrugada, la actual vicejefa de Gobierno aventajaba en más de seis puntos a su candidato a Presidente y destruía la promesa de Macri de ser quien ´arrastrara´al triunfo a su figura para la gobernación .
La baja performance de Scioli -lejos de la proyección de 40 puntos y otros diez de ventaja que vaticinaban las encuestas previas, tanto del oficialismo como de la oposición, y que desde hoy serán eje de otro debate- encontró explicación en el dibujo bonaerense y la caída en distritos clave como Córdoba, Santa Fe y Mendoza. Pero también en el retroceso en provincias del norte del país como La Rioja, Salta, San Juan y Tucumán.
A nivel nacional, en un lejano tercer puesto, se ubicaba el candidato de Unidos por una Nueva Alternativa (UNA), Sergio Massa, que, con el 21,27 por ciento de los apoyos, vio frustrado su intento de dar un batacazo y convertirse en actor de la segunda vuelta.
En otra sorpresa en relación a los vaticinios previos, el candidato del Frente de Izquierda y de los Trabajadores,Nicolás del Caño, cosechaba el 3,32 por ciento y relegaba a Margarita Stolbizer del espacio Progresistas al quinto puesto con el 2,59. Anoche, hizo un primer y previsible llamado al voto en blanco para el balotaje. En el sexto lugar se ubicaba el candidato del frente Compromiso Federal, Adolfo Rodríguez Saá, con apenas el 1,69.
Claves.
El domingo de elecciones se desarrolló con total normalidad, sin ninguna de las amenazas que habían presagiado sectores de la oposición y que derivaron en una batería de medidas ad hoc para fiscalizar y controlar la transparencia de todo el proceso. “Fueron las elecciones nacionales más controladas y fiscalizadas en la historia. Y se desarrollaron con normalidad, en orden y en paz”, puntualizó el ministro de Justicia, Julio Alak.
La participación ciudadana también se mantuvo en la media histórica. El 79 por ciento de los argentinos habilitados para votar ejerció su derecho ciudadano. El rango amplió en poco más de cuatro puntos la asistencia a las urnas en relación a las PASO del 9 de agosto.
Scioli y el desafío por venir.
El gobernador bonaerense fue el primero de los candidatos en plantear el escenario de la disputa por venir. Ante un Luna Park repleto y junto a su compañero de fórmula, Carlos Zannini, Scioli planteó la disputa entre “dos visiones diferentes” del presente y el futuro de la Argentina. “Nuestra prioridad son los humildes, los trabajadores y las clases medias”, puntualizó.
En la misma línea argumental de la idea fuerza de su campaña, el mandatario provincial subrayó que “los cambios tienen que ser para adelante”. Y completó: “Los argentinos no quieren volver al ajuste ni al endeudamiento”. De inmediato, mencionó a su rival. “Si fuera por Macri no tendríamos la Asignación Universal, ni habríamos recuperado Aerolíneas, también habríamos pagado sin condicionamientos a los fondos buitre”, puntualizó.
Y apuntó directo al viraje discursivo del líder del PRO que, durante la campaña, reivindicó políticas sociales del kirchnerismo para moderar la resistencia de su figura en sectores populares. «No cree en lo que dice y cambia el discurso por la campaña», subrayó.
Desde hoy, Scioli deberá poner a prueba la dirección de ese mensaje para capturar el voto de los electores ¿independientes? que le faciliten el camino a la Rosada.
Macri, con el sueño cumplido.
El frente opositor Cambiemos instaló el diagrama del balotaje apenas pasadas las 18:00, en el cierre de los comicios. Vidal fue de las primeras en enfrentar a la prensa para robustecer las primeras informaciones sobre una muy buena elección del espacio en el primer distrito electoral del país. «Estamos ganando en muchísimos municipios. Estamos ganando sobre la resignación y la desesperanza», anticipó.
La candidata ganadora en territorio bonaerense -una figura con ascenso asegurado en el universo PRO- ofició de presentadora de Macri.
El jefe de Gobierno porteño hilvanó un discurso dirigido a los votantes que aspira a capturar en las próximas cuatro semanas. «Les vamos a hablar a los que pensaron que no era su mejor opción. A los que apoyaron a Stolbizer, Rodríguez Saá, Del Caño e incluso a los que votaron a Scioli. Les propongo la revolución de la alegría», puntualizó.
Y concluyó: «Hoy cambia la historia política del país».
Desde Tigre.
El candidato de UNA estuvo lejos de alterar los términos de la puja electoral. Anoche, sin embargo, evitó adelantar qué posición adoptará su espacio para la segunda vuelta.
«En las próximas horas, intendentes, legisladores, y cada uno de quienes integran nuestra fuerza política nos vamos a juntar para armar un documento único que muestre al os argentinos que hay otra forma de hacer política», anticipó.
Y advirtió: «A todos aquellos que tienen un sabor amargo por la decepción de no haber alcanzado el lugar que soñábamos en la pelea por gobernar la Argentina, les digo que no bajemos los brazos, porque tenemos la obligación con quienes no tienen trabajo, o tienen una educación de mala calidad».
Oficialismos y relación de fuerzas.
La elección del 25O definió también once gobernaciones en las que volvió a primar la supremacía de los oficialismos, una tendencia que se mantuvo como regla en el dilatado calendario electoral de 2015.
Sin embargo, tres notables caídas del Frente para la Victoria en distritos importantes como la provincia Buenos Aires, Jujuy y Chubut marcaron un punto de inflexión.
En ese escenario, el FpV logró retener el resto de las gobernaciones que estaban en juego. Esa lista incluye a Santa Cruz, Catamarca, Entre Ríos, Formosa, La Pampa, Misiones y San Juan. En San Luis, Alberto Rodríguez Saá confirmó el liderazgo territorial de su apellido por un nuevo período de gobierno.
Santa Cruz concentró una atención especial. El distrito patagónico confirmó una victoria para la actual ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner. El hijo de la Presidenta, Máximo Kirchner, también pudo festejar una victoria.
En el Congreso Nacional, los resultados de ayer dibujaron una nueva relación de fuerzas que terminará de definirse con la definición de la segunda vuelta por la Presidencia.
El kirchnerismo mantendrá una amplia mayoría en el Senado. El FpV obtuvo cuatro bancas más que las que ponía en juego en las elecciones legislativas. Así, desde el 10 de diciembre de 2015 tendrá 41 senadores propios. Con sus habituales aliados provinciales, la bancada podría llegar a los 43 legisladores.
El radicalismo y el PRO -fuerzas unidas en el frente Cambiemos que solventó la candidatura de Macri- sumarán 15 legisladores.
Ese cuadro no tendrá correlato en Diputados. La Cámara baja será epicentro de la negociación política para reunir mayorías en la próxima gestión presidencial.
Según los resultados del domingo electoral, el FpV mantendrá su rol de primera minoría con un total de 114 diputados. La Unión Cívica Radical quedará como la segunda fuerza con 44 legisladores y el PRO será el tercer espacio con 43 diputados.
El Frente Renovador, la fuerza que lidera Sergio Massa, sumará 27, y el PJ disidente llegará a 13 representantes. La Coalición Cívica de Elisa Carrió quedará con siete y Progresistas (FAP) tendrá 6. El Frente de Izquierda de los Trabajadores (FIT) contará desde diciembre con cuatro diputados.
«Hay dos visiones de país. Hace falta experiencia y no experimentos»
Daniel Scioli
Candidato FpV
«Comenzó una nueva etapa política. Les propongo la revolución de la alegría»
Mauricio Macri
Candidato Cambiemos
«De ahora en más los argentinos tenemos que elegir un camino hacia el futuro»
Sergio Massa
Candidato UNA
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