El Senado rechazó esta madrugada el proyecto de ley de “interrupción voluntaria del embarazo” y cerró así la puerta a la posibilidad de que Argentina se sume al grupo de países que han legalizado el aborto. Fueron 31 votos a favor, 38 en contra y dos abstenciones. La iniciativa no podrá volver a ser tratada hasta el año próximo.
El Senado rechazó este jueves a la madrugada el proyecto de legalización del aborto luego de una sesión que duró más de 16 horas y sin que hubiera margen para un proyecto intermedio, por lo que el tema no podrá volver a ser tratado hasta el año próximo.
La votación resultó exactamente como se pronosticó, con 38 votos en contra del proyecto aprobado por la Cámara de Diputados, 31 a favor, las abstenciones del santafesino Omar Perotti y la neuquina Lucila Crexell. La única ausencia al momento de votar fue la de la puntana María Eugenia Catalfamo, de licencia por embarazo.
Los senadores a favor de la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo bajaron al recinto ya resignados a una probable derrota, debido a la diferencia de votos entre ambas posturas.
En ese contexto, se barajó la opción de votar, luego del rechazo, un proyecto alternativo de despenalización, dado que
Crexell y Perotti impulsaban dos iniciativas en ese sentido, pero esa posibilidad fue descartada desde muy temprano por quienes respaldaron la legalización.
Algunos discursos
A la hora de los cierres uno de los discursos más esperados fue el de Cristina Kirchner (FPV-Buenos Aires), quien justificó en “las miles y miles de chicas que se volcaron a las calles” su cambio de opinión sobre la legalización del aborto luego de que, durante los ocho años que fue presidenta, se negó a habilitar su debate en el Congreso.
“Si tuviera la certeza de que rechazando la media sanción de Diputados no hay más abortos en la República Argentina, no tendría ningún problema en levantar la mano”, apostrofó la expresidenta a los opositores al proyecto. “No es cuestión de creencias y convicciones sino de dar respuesta como legisladores a un problema que existe”, agregó.
A su turno, el jefe del bloque Justicialista y uno de los principales impulsores de la legalización desde que el proyecto ingresó al Senado, Miguel Pichetto (Río Negro), pidió “hacer una autocrítica”, en obvia alusión a la expresidenta. “Este fue un tema que se nos pasó, tal vez les tuvimos miedo a estructuras dominantes y viejas, que aparecen siempre en posiciones retrógradas, como la Iglesia Católica y credos evangélicos”, afirmó sobre la negativa del kirchnerismo a avanzar con la legalización del aborto.
Pichetto también tuvo palabras para Mauricio Macri , a quien elogió por haber permitido que el tema se discutiera en el Congreso, pero lo cuestionó por no haber jugado a fondo por la sanción de la iniciativa. “Debió haberse comprometido para que esta ley saliera, hoy la Argentina sería un país más justo”, afirmó, lamentando la supremacía del sector antiabortista. “El no va a ganar esta noche pero el futuro no les pertenece”, agregó el rionegrino en tono premonitorio.
Mario Fiad (Jujuy-Cambiemos), en contra: «No pudimos implementar mínimamente la ley de Educación Sexual Integral, la ley de salud sexual y procreación responsable, y hoy estamos pretendiendo legislar sobre las consecuencias que dicha omisión produce».
Pedro Guastavino (Entre Ríos-Justicialista), a favor: «He recibido gran cantidad de mensajes que en nombre de Dios me descalificaban. Me la pasé esquivando crucifijos. Un sector de la Iglesia que quizá cuando nos desaparecían, torturaban, daban vuelta la cara, o cuando torturaban y violaban a nuestras compañeras desaparecidas miraban para otro lado».
Dalmacio Mera (Catamarca-Justicialista), en contra: «Esta media sanción es inconstitucional, no resuelve el problema de la clandestinidad y no despenaliza a la mujer».
Norma Durango (La Pampa-Justicialista), a favor: «La maternidad será deseada o no será. Es un tema que ha dejado de ser agenda exclusiva del feminismo, es un tema de la agenda social».
Esteban Bullrich (Buenos Aires-Cambiemos), en contra: «Hay mujeres que toman la trágica decisión de hacerse un aborto. No es un fracaso de esa mujer, es un fracaso de nuestra sociedad. Este proyecto de ley, que es malo, no apunta a reducir el aborto, sino que legaliza el fracaso».
Nancy González (Chubut-FPV), a favor: «El sistema de salud público atiende 50 mil intervenciones al año y tenemos un presupuesto público de 1.000 millones. Si aprobamos esta ley el presupuesto disminuiría un 43% y si tuviéramos la producción pública del misoprostol disminuiría en un 55%».
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