Un campo en Uruguay liga a los Kirchner, Báez y Fariña. La venta de 150 hectáreas en José Ignacio se hizo a nombre de una firma presidida por un ex gerente del hotel de los Kirchner en El Calafate
Compra de un campo de 150 hectáreas en José Ignacio, Uruguay, emergió como un nuevo nexo entre la firma que administra un hotel de la presidenta Cristina Kirchner en El Calafate y el empresario kirchnerista Lázaro Báez.
Báez -según dijeron sus allegados a la nacion- negó estar detrás de la compra del campo que se realizó por 14 millones de dólares, pero quienes aparecen vinculados con el comprador son su contador Daniel Pérez Gadín y el testigo de casamiento de Leonardo Fariña con Karina Jelinek, el empresario de la noche Alejandro Maximiliano Acosta.
Báez -según dijeron sus allegados a la nacion- negó estar detrás de la compra del campo que se realizó por 14 millones de dólares, pero quienes aparecen vinculados con el comprador son su contador Daniel Pérez Gadín y el testigo de casamiento de Leonardo Fariña con Karina Jelinek, el empresario de la noche Alejandro Maximiliano Acosta.
La compra del campo El Entrevero se realizó a nombre de la sociedad Traline, presidida por Oscar Osvaldo Guthux, que fue hasta 2010 gerente de finanzas de Valle Mitre, el grupo vinculado a Báez, que administra el Hotel Alto Calafate, perteneciente a la Presidenta. Así lo reveló el diario El Observador, de Montevideo.
Guthux no sólo figura como ex empleado del hotel, sino que además es socio de Pérez Gadín en la empresa Organización de Asesoramiento y Consultoría Internacional. El contador fue señalado por Federico Elaskar como quien lo presionó para quedarse con su financiera por cuenta de Báez.
Según el Boletín Oficial de Argentina de agosto de 1999, Guthux y Pérez Gadín crearon esta sociedad que tiene por objeto realizar por cuenta propia o terceros capacitación, informes económicos, políticos y sociales, estudios de viabilización de proyectos, análisis financieros, contables y de auditoría externa y trading, promoción de empresas y de sus productos en mercados nacionales e internacionales, desarrollo de imagen corporativa y marketing político.
LA NACION confirmó en fuentes del mercado hotelero que Valle Mitre, comandada por Ricardo Albornoz, histórico escribano de Báez, es una de las firmas cercanas al empresario kirchnerista. Pero allegados a Báez negaron que él hubiera comprado el campo y que, en todo caso, Pérez Gadín tiene otros clientes y hace otros negocios. «Cada quien debe responder por lo suyo, que se defienda por sí mismo», dijo a LA NACION una fuente argentina.
El nombre que apareció ligado a la compra del campo en los primeros papeles que se firmaron fue Alejandro Maximiliano Acosta, amigo de Fariña, quien le presentó a su esposa Karina Jelinek, de quien se encuentra distanciado. Es un joven empresario dueño de boliches bailables en Concordia, Entre Ríos, donde solía impresionar con su Mercedes-Benz. (Ver aparte).
Acosta presidió Traline desde el 23 de febrero de 2011. Ese día, el capital accionario de la sociedad anónima era de US$ 76.000. Un mes después, en marzo de 2011, su capital aumentó a US$ 14 millones, con los que compró 150 hectáreas de El Entrevero, según el periodista Nicolás Delgado, de El Observador.
El 27 de abril de 2011, un mes después de concretarse el negocio en José Ignacio, Acosta fue testigo de la boda entre Fariña y Jelinek.
Dos meses después del casamiento, el 22 de junio de 2011, Traline cambió otra vez de presidente. Ese día, Guthux, gerente financiero de Valle Mitre SA, el grupo que administra el Hotel Alto Calafate, asumió como presidente de Traline, la sociedad anónima que compró El Entrevero. Guthux declaró en 2008 ante la AFIP que no integraba ninguna sociedad y que era un «trabajador autónomo», cuyos ingresos alcanzaban los $ 15.000.
En la red social LinkedIn, Guthux figuraba como gerente de finanzas de Valle Mitre SA, empresa propietaria de los hoteles Alto Calafate, Las Dunas y La Aldea, pero se desvinculó de la firma en 2010, según el diario uruguayo.
MARIJUAN AMPLIÓ LA DENUNCIA POR AMENAZAS
El fiscal federal Guillermo Marijuan, que investiga a Lázaro Báez, amplió ayer las denuncias de amenazas en su contra. Aportó al juez federal Sebastián Casanello tuits intimidatorios recibidos por sus hijas, en los que se hace referencia a su padre.
El fiscal Gerardo Di Massi, que investiga las amenazas, pidió que Marijuan declare para explicar las intimidaciones. Sólo denunció que llamaron a su fiscalía y le advirtieron que iban a matar a sus hijas. Di Massi pidió el listado de llamadas entrantes para identificar su origen. También solicitó que declare el abogado Andrés Rabinovich, que dijo haber presenciado otra amenaza contra el fiscal en un bar de Belgrano, que Marijuan no denunció..
Fuente: La Nación
Comentar post