A las 19.45 de ayer se produjo, según los anfitriones norteamericanos y los invitados argentinos, un hecho histórico: el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, ingresó por primera vez en la residencia de la embajadora de los Estados Unidos, Vilma Martínez
La excusa fue la presentación de los nuevos consejeros económicos de EE.UU. en la Argentina, Timothy Stater y James Koloditch. El motivo real, según varios asistentes, fue dar un gesto de acercamiento, tras varios episodios traumáticos en la relación bilateral.
Fue una visita de apenas 15 minutos, que le alcanzó a Moreno -acompañado por su esposa, Marta Cascales- para dialogar con la embajadora y recibir un pedido de audiencia del presidente de Caeme (la cámara de los laboratorios extranjeros), Eduardo Neira. De lejos, con algo de respeto y mucho más de temor, lo observaban algunos de los economistas multados por la Secretaria por difundir índices de inflación diferentes a los del Indec. En el elegante primer piso de la residencia de Palermo, el funcionario no llegó a sacarse el abrigo oscuro, en cuya solapa se destacaba un escudo con el logo original de YPF.
Diplomáticos de otros países miraban la escena con cierta envidia, porque Moreno siempre dijo que, para él, «para defender a sus empresas, los diplomáticos extranjeros tienen que hablar con la Cancillería, no conmigo; porque si una empresa está en la Argentina, es argentina y su jefe soy yo»..
Fuente: La nación
Comentar post