Los restos de las 22 víctimas fatales del accidente aéreo en el paraje Prahuaniyeu son trasladados por vía terrestre desde Los Menucos a San Carlos de Bariloche, donde serán embarcados en un avión de la Fuerza Aérea con destino a Buenos Aires.
El jefe de la policía provincial, Jorge Villanova, confirmó que los restos mortales son transportados en un vehículo de los bomberos, con custodia de Policía Aeroportuaria.
Se prevé que los cuerpos arribarán a Bariloche alrededor de las 21 horas, donde los aguarda una máquina de la Fuerza Aérea.
El traslado fue decidido por el juez interviniente, Leónidas Moldes de Bariloche, informaron fuentes de la Administración Nacional de la Aviación Civil (Anac).
Por su parte «los directivos y el personal de la compañía están acompañando a los familiares en este tan difícil momento brindándoles la asistencia sicológica y organizando el traslado de los familiares», informó la aerolínea Sol a través de un comunicado.
«Hasta el momento no hay ningún tipo de información sobre las causas del siniestro lo que será informado por la Junta de Investigaciones de Accidentes Aviación Civil (JIAAC), que es la autoridad correspondiente y que se expedirá públicamente sobre la investigación en tiempo y forma», informó al empresa.
Schiavi confirmó que el avión estaba en buen estado
El secretario de Transporte de la Nación aseguró que la aeronave de la empresa Sol que se precipitó a tierra en un paraje de Río Negro había cumplido con todas las revisiones técnicas. La compañía había informado que el avión no sufrió ninguna falla ni «aborto de despegue». Schiavi anunció también que los investigadores encontraron la caja negra de la aeronave que permitirá dilucidar las causas de la tragedia.
El avión, un Saab 340 turbo hélice, del vuelo 5428, «estaba en regla, había cumplido con las revisiones técnicas correspondientes su tripulación también estaba en regla y el piloto Juan Raffo tenía más de 4500 horas de vuelo probadas desde el 2007», puntualizo Schiavi.
También la ANAC aseguró que tanto la empresa Sol como la aeronave siniestrada y la tripulación de ese vuelo «contaban con sus licencias en regla y los exámenes correspondientes realizados en tiempo y forma para operar según las leyes vigentes».
La compañía informó que el avión realizaba el último tramo entre las ciudades de Neuquén y Comodoro Rivadavia cuando se accidentó y que había partido de Córdoba y realizado una escala en Mendoza. «El avión había partido a las 20.08 de Neuquén y a las 20.50 se estableció la última comunicación notificando que se declaraba en emergencia. El viaje del tramo era de una hora 50 minutos y la nave tenía combustible para tres horas treinta minutos», informó la compañía.
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