A su vez, los datos indican alta expansión escolar en Latinoamerica. “Latinoamérica se sigue distanciando con respecto al resto del mundo desarrollado y emergente», agrega.
América Latinase convirtió en un continente en el que la cobertura escolar llegó en la última década a un 74% en el nivel inicial, un 83% en el primario y a un 73% en el nivel secundario y esto se logró con la inversión de mayores recursos pero estos datos esconden que los niveles de aprendizaje son en extremo bajos y desiguales, especialmente en el secundario, en donde 9 de cada 100 chicos repiten y 15 de cada 100 abandonan Los datos surgen de un informe sobre calidad educativa en América Latina difundido por el gobierno nacional elaborado por un Comisión de expertos y ex presidentes como Ricardo Lagos de Chile y Ernesto Zedillo de México quienes manifestaron la necesidad de elaborar «un pacto social» que establezca las metas y los recursos con un sistema transparente y acciones concretas que perduren en el tiempo.
La investigación destaca que los niveles de aprendizaje «son en extremo bajos y desiguales» y que los niños y jóvenes latinoamericanos «simplemente no están aprendiendo a niveles aceptables. Latinoamérica se sigue distanciando con respecto al resto del mundo desarrollado y emergente».
El informe destaca que si bien hay un mayor reconocimiento respecto de que mejorar la calidad educativa es imperativo «la inercia de los sistemas es muy fuerte» y asegura que «romper con esa inercia requiere esfuerzos concentrados de reforma que generen cambios profundos y duraderos».
En el apartado de la Argentina, el estudio destaca que el país «sirve como un caso ilustrativo de la desigualdad del rendimiento educativo en América Latina».
Precisa que en las regiones del Noreste, Noroeste y Cuyo, los alumnos se desempeñaron «por debajo del promedio nacional de matemáticas, lectura y ciencia en el PISA 2012» y remarcó que «en Matemáticas el estudiante promedio del noreste está más de un año de aprendizaje por debajo de su par de la Ciudad de Buenos Aires».
El informe elaborado por expertos de la región destaca que «los estudiantes de Cuyo, la región que tiene el puntaje en promedio más bajo de todo el país, tienen un desempeño por debajo de los de Perú, que es el país de más bajo nivel de los 65 que participaron en la prueba PISA».
«Aún dentro de las mismas regiones en la Argentina existen enormes brechas de rendimiento entre alumnos provenientes de distintos grupos socio económicos», sostiene el estudio y remarca que «en la Ciudad de Buenos Aires, la brecha entre el puntaje de los estudiantes de nivel económico más bajo y más alto constituye casi cuatro años de aprendizaje en lectura y ciencia».
Ariel Fizbein, director del Programa Educación Diálogo Interamericano que constituyó una comisión para realizar el estudio, aseguró que los bajos niveles de aprendizaje hay que buscarlos en la región en el deficiente desarrollo de la educación inicial, «lo qué no da certezas hoy sobre cómo llegan los niños en el primario».
Además remarcó la necesidad de «buscar la excelencia docente con la meritocracia, en la que sólo los mejores estudiantes sigan la carrera».
Apuntó a tener «una buena evaluación y que la información llegue a las escuelas para poder gestionar desde adentro el sistema», y que las nuevas tecnologías «no signifiquen tirarle por la cabeza una computadora a un chico sino que se correspondan con un modelo pedagógico».
El estudio sostiene que mejorar la calidad educativa «puede tener un impacto económico a largo plazo ya que si la universalización de la educación se combinara con las mejoras en los rendimientos, los países de ingresos medianos y altos alcanzarían en promedio un PBI 16% más elevado cada año».
Precisa además el informe que los sistemas educativos en la región «no están preparando el capital humano que se requiere para que los países aumenten su productividad. Un estudio de Manpower da cuenta de que esa dificultad fue del 42% en América Latina el año pasado comparando con el 34% en el 2010».
El ex presidente chileno, Ricardo Lagos, señaló que «este informe llega en un momento particular de la región, en donde hay cambios acelerados y una ciudadanía empoderada que reclama participación en las decisiones y esto se nota en las redes sociales e Internet por lo que esto se traduce también en mayores demandas educativas».
Lagos apuntó que el sector privado «invierte en educación sólo en el nivel terciario y que el resto se encarga el Estado. Esto es malo para América Latina ya que sólo el 40% de su población está en ese nivel, mientras que hay problemas de deserción pese a la gratuidad del sistema».
La Comisión destacó la necesidad de un «pacto social ya que las reformas que se necesitan no son sencillas, requieren recursos, compromiso en el tiempo» y aseguró que el cambio «difícilmente sea lineal, debe haber espacio para ensayo y error, ni tampoco debe imponerse de manera autoritaria y verticalista, precisa altos niveles de consenso y participación social, incluidos los propios educadores».
Ag. de Noticias: Dia a Dia
Comentar post