El último martes, 26 de junio, se cumplieron diez años del asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán al ser reprimidos por una protesta en el Puente Pueyrredón. Desde que se inició el kirchnerismo hubo 16 muertos en protestas sociales, 13 de los cuales se acumularon en los últimos dos años.
Cristina Kirchner aprovechó el discurso en cadena nacional de ese día para recordarlos y, a la vez, marcar que 2012 muestra «una Argentina diferente». Lo cierto «Cuando Néstor la recibió (a la Argentina), los que se morían por situaciones de violencia eran trabajadores sociales o miembros de las organizaciones sociales. Hoy tenemos que lamentar la muerte de siete gendarmes (finalmente fueron nueve). Qué Argentina diferente, ¿no?», argumentó la Presidenta mientras le hablaba al diputado K Andrés Larroque, quien militó con ellos. A dos sillas de distancia estaba Aníbal Fernández, quien fue secretario general de la Presidencia de Eduardo Duhalde cuando asesinaron a los piqueteros.
La muerte en protestas más recordada del kirchnerismo es la de Mariano Ferreyra, el militante del Partido Obrero que fue asesinado el 20 de octubre de 2010 tras acompañar una marcha de tercerizados del Ferrocarril Roca. Recibió un disparo luego de los incidentes que se desataron con una patota del gremio Unión Ferroviaria. En el juicio oral, que comenzará próximamente, también estarán acusados efectivos de la Policía Federal acusados de liberar la zona, donde murió el manifestante.
Un mes y medio después, tres personas perdían la vida durante la represión por la toma del Parque Indoamericano, en la Ciudad de Buenos Aires. Allí, el operativo fue conjunto entre la Policía Federal y la Metropolitana. El 28 de julio de 2011, una situación similar dejaba como saldo otros tres muertos. En el partido de Libertador San Martín, en Jujuy, tres manifestantes y un policía fallecieron producto del accionar de la policía jujeña para liberar los terrenos del Ingenio Ledesma
que habían sido tomados. Tanto en Buenos Aires como en Jujuy, los reclamos por soluciones habitacionales terminaron con seis manifestantes muertos.
En noviembre de 2010, en Formosa, miembros de la comunidad qom reclamaban la recuperación de tierras ancestrales en la colonia La Primavera cuando chocaron con la policía local. Uno de ellos y un efectivo policial fallecieron.
En junio de 2010, dos hombres murieron por la represión de la policía rionegrina en Bariloche. Se manifestaban, justamente, en repudio a la muerte de un joven de 15 años en un caso de gatillo fácil. El 15 de enero de 2010, en la localidad bonaerense de Don Torcuato, Facundo Vargas murió cuando marchaba por un reclamo similar. Según la Correpi (Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional), durante el kirchnerismo ya fallecieron más de 1.700 personas por casos de gatillo fácil o tortura de fuerzas de seguridad. En febrero de 2010, por otra parte, la Policía Bonaerense reprimió a un grupo en un confuso episodio que se desató a raíz del descarrilamiento de un tren en José León Suárez. Dos jóvenes que se dirigían a juntar cartón en los basurales de Ceamse terminaron muertos.
Los casos anteriores a 2010 fueron los de Luis Cuéllar en Jujuy en 2003, Carlos Fuentealba en Neuquén en 2007, y Juan Carlos Erazo en Mendoza en 2008.
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