Según datos oficiales, el trabajo no registrado en ese sector trepó el año pasado a casi 78% en toda la provincia.
Durante el año pasado, el nivel de empleo en el servicio doméstico pegó en Córdoba un salto de 40,7 por ciento, al pasar de 78.838 a 110.931 personas ocupadas. Pero los 32.093 nuevos puestos generados fueron todos «en negro», es decir, sin los aportes jubilatorios y de obra social.
Los datos se desprenden de un reciente informe sobre indicadores del mercado laboral cordobés, elaborado por la Dirección de Estadística y Censos provincial y que toma datos de la Encuesta Nacional de Hogares Urbanos del tercer trimestre de 2014.
Según ese relevamiento, el trabajo no registrado afectaba en 2013 al 68,6 por ciento de las empleadas domésticas (54.083 personas), nivel que un año después se elevó a 77,8 por ciento (86.304).
En cambio, las trabajadoras formales se mantuvieron prácticamente en el mismo nivel, aunque con un leve descenso de 0,5 por ciento.
Efectos
El fenómeno podría estar relacionado con la necesidad que tuvieron muchas familias de reforzar sus recursos o, incluso, ayudar a reemplazar el ingreso principal ante un eventual desequilibrio en las fuentes de trabajo de ese hogar.
Por otra parte, pese a las campañas que se realizaron desde 2013, cuando se aprobó el Régimen Especial de Contrato de Trabajo para el Personal de Casas Particulares, el «blanqueo» en el sector ha retrocedido en Córdoba.
Esa situación demostraría que las personas que salieron a buscar trabajo en el servicio doméstico priorizaron el ingreso, más allá de las condiciones laborales. Con el nuevo régimen, tanto empleadas como empleadores están obligados a inscribirse en los registros de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip), sin importar la cantidad de horas de trabajo ni la modalidad de contratación.
Incluso, si el empleador es contribuyente del Impuesto a las Ganancias, puede deducir hasta el monto equivalente a un mínimo no imponible en concepto de remuneraciones y contribuciones obligatorias del servicio doméstico.
Fuente: La Voz
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