Cada vez más los vecinos se agrupan contra el delito: compran filmadoras y se chequean por celular. “Estamos desesperados. Buscaremos que la Policía nos ponga dos o tres cámaras, queremos también alarmas comunitarias”, relata Azucena Guerrero, en un tono de preocupación.
Ella es una de las vecinas autoconvocadas de Ampliación Residencial América. Su testimonio se repite en decenas de barrios que buscan formas alternativas para combatir la inseguridad.
“El jueves pedimos una reunión a la Policía porque estamos desprotegidos. A nosotros se nos complica porque los robos son a cualquier hora, como si fuera un nido de ladrones”, dice la mujer, en una voz agobiada de tanto buscar cómo evitar los arrebatos en los ingresos a las casas.
Ampliación Residencial América es uno de los barrios que pide cámaras y que lleguen las alarmas comunitarias para que cada vecino tenga un pulsador y pueda alertar a la Policía en caso de un hecho sospechoso. “Acá tenemos 32 frentistas por cuadra. Lo que hicimos fue pasarnos todos los teléfonos, pero no alcanza”, cuenta Azucena.
Parque Capital
En otra zona, en Parque Capital, está Noelia Carletto. Ella también armó un grupo de autoconvocados y desde hace tres meses usan otra herramienta para darle pelea a los delincuentes: crearon un grupo de WhatsApp en el que se advierten sólo hechos dudosos. “No estamos de acuerdo con las cámaras porque pensamos en que tendríamos que estar viendo a los delincuentes constantemente. Por eso creamos primero un grupo de WhatsApp, y ya llevamos 43 vecinos adheridos que nos avisamos lo que pasa y damos aviso a la Policía”, relata a Día a Día Noelia. “Desde hace un mes tenemos también instaladas las alarmas comunitarias. Vinieron de la Subsecretaría de Participación Ciudadana. Nos dieron la cartelería, nos capacitaron con la Policía”, agrega la mujer.
Cada vecino de Parque Capital pagó entre 800 y 1.000 pesos por la instalación de estos aparatos y tener los pulsadores para dar aviso a la Policía. “Ahora sabemos que las alarmas se disparan, y sí, en este mes que las tenemos suenan, pero es una nueva idea que estamos usando”, cuenta Noelia.
Las Palmas
Algo similar se repite en Las Palmas, donde María Elena Díaz, del centro vecinal, dice a Día a Día que hace dos años que aportaron entre todos para comprar las alarmas, pero no todos los vecinos las instalaron, por lo que también tendrán una nueva reunión en 15 días con la Policía para pedir más rotación de los móviles.
“Es todo un problema. Se habrán colocado unas 100, pero hay lugares como en la Don Bosco que necesitamos más móviles”, dice la mujer. “Es cierto que acá las alarmas comunitarias se compraron, pero la mayoría no las instaló. Y tenemos más robos, arrebatos y ni qué hablar de que el alumbrado público no colabora”, cuenta María Elena, que también se reunirá con personal policial en los próximos días.
Alta Córdoba
Los más avanzados en autoconvocarse son los vecinos de Alta Córdoba, como Marcelo Lesta, que desde hace siete años forma parte de la Junta de Participación Ciudadana y trabaja con la Policía y la Subsecretaría de Participación Ciudadana, a cargo de Diego Hak.
Marcelo cuenta a este medio que son el barrio con más grupos de WhatsApp con el único fin de dar aviso a la Policía. Tiene creado cinco bajo el nombre Alta Córdoba Segura, además de una cuenta de Facebook. Llegan a unos 300 adheridos y apuestan a sumar en breve a 400. Con esta herramienta cada persona que ve algo sospechoso escribe al grupo y cada integrante está comprometido en llamar al 101.
Además, fueron los primeros en capacitarse con la Provincia y la Policía para la instalación de la alarmas comunitarias. “Algunas conseguimos y otras las compraron los frentistas. Y sí, suenan. Se nos han dado casos de que escriben al grupo y luego se detuvo al delincuente. Hay que seguir porque son todas herramientas preventivas que nos sirven para fortalecernos”, insiste Marcelo, quien lleva más años en tratar de organizar a sus vecinos y concientizar con charlas y capacitación.
Reuniones para la prevención
La Subsecretaría de Participación Ciudadana provincial, que conduce Diego Hak, es la encargada de “poner en marcha acciones preventivas”. Los funcionarios, junto con los jefes policiales, realizan reuniones con los vecinos para capacitarlos y escuchar la demanda de los frentistas. Uno de los últimos encuentros fue en Ampliación San Pablo, donde más de 50 vecinos se juntaron preocupados por la inseguridad. También se repitieron en barrio Ferreyra, donde se está trabajando en la instalación de alarmas comunitarias, en IPV Villa Posee y en Parque Liceo I, donde se hizo una de las juntadas más grande de cordobeses alertados por la inseguridad.
En las mismas tareas preventivas se trabaja en Alta Córdoba, Autódromo y Alto General Paz, entre los últimos barrios en los que se vienen haciendo instalaciones de alarmas y acciones preventivas.
Fuente: Dia a Dia
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