El chico de 3 años fue hallado sin vida en un baño, junto a su madre. El padre está preso acusado de violencia de género… Esta noticia era esperada. Así, descarnadamente se lo digo, porque ya lo habíamos advertido». Con esas palabras, Susana Arias manifestó su impotencia y dolor tras la muerte de su nieto Rodrigo Cresimbeni (3), hallado sin vida junto a su madre en un local de masoterapia de barrio Urca de la ciudad de Córdoba.
La familia del padre de Rodrigo venía hace tiempo lidiando con un conflicto judicial por la situación del niño tras la separación de sus padres. En la madrugada de este martes, horas antes de una audiencia en la que el chico iba a quedar bajo la guarda provisoria de sus abuelos paternos, Mara Calvo (38) y su hijo perdieron la vida en un baño.
El hecho fue caratulado como “muerte de etiología dudosa”, pero se investiga si fue ella quien provocó la situación, encerrándose en una habitación para prender una estufe de querosén y bloqueand incluso la oxigenación. La Policía descartó un accidente.
El sistema
«El resultado está acá. A Rodrigo lo mató el sistema. Y a Diego lo mantiene preso e incomunicado el sistema. Y hoy, a Diego, no lo podemos contener ni siquiera con un abrazo», se lamentó Arias en diálogo con el programa Crónica Matinal de Canal 10.
Ocurre que, por un lado, había actuaciones en la Justicia de Familia, y por otro, en una Fiscalía de Violencia Familiar. En el primer ámbito, la jueza de 5ª Nominación de la ciudad de Córdoba, Mónica Parrello, había dispuesto inicialmente la guarda a favor del padre, Diego Cresimbeni, pero el hombre había decidido compartir la guarda para que el chico no perdiera contacto con su madre, según explicó su familia y su abogado.
En paralelo, en la Fiscalía de Violencia Familiar a cargo de Mercedes Balestrini, donde se habían acumulado varias denuncias por violencia de género formuladas por Calvo contra su expareja, se había dispuesto la detención de Cresimbeni, quien al día de hoy sigue preso. Este miércoles asistirá durante algunos minutos al velatorio de su hijo.
«Pudimos verlo cinco minutos en la UCA. Le dimos un abrazo su padre y yo. Y lo dejamos ahí, desesperado, llorando. La forma de contenerlo es esa, en una celda, tratándolo como un delincuente peligroso. En una celda de aislamiento, no sé por qué, con un colchón en el piso, ahí lo tienen, ahí lo contienen. Y la familia pidiendo a gritos que alguien abra los ojos y que alguien lea el expediente que ya existe», dijo Arias.
La familia de Cresimbeni insiste en que Calvo tuvo varios episodios previos de intentos de suicidio. Y recuerdan que en abril de 2015 la mujer desapareció con el niño antes de cederlo al padre, como estaba previsto por el régimen de visitas, hasta que finalmente aparecieron luego de una búsqueda con la Policía.
Por qué el padre está preso
El abogado de Cresimbeni, Martín Cafure, dijo a La Voz que el hombre estaba preso luego de que una vez que fue a buscar a su hijo la mujer llamó a la Policía invocando la violación de una orden de restricción de contacto que, supuestamente, él no conocía.
La fiscal Balestrini dispuso su detención (de hecho, la semana pasada le dictó la prisión preventiva). Este diario intentó consultar la información con la funcionaria judicial pero no fue posible. El abogado Cafure insistirá ahora con un planteo de excarcelación.
«Cuando él va a retirar el nene a la casa de ella, de acuerdo al régimen que tenían de visita, ella lo hizo esperar un ratito porque el nene dormía. Y en ese momento llamó a la Policía. Él nunca estuvo notificado. Al día siguiente llegó acá la notificación de la restricción a mi casa, donde Diego vive. Él no estaba notificado», insistió la madre de Diego a Canal 10.
La mujer recordó que en el expediente de familia ya hubo denuncias cruzadas y que intervino un gabinete multidisciplinario. Y que nunca lograron que en la Fiscalía de Violencia lo tuvieran en cuenta.
Luego de la detención de Rodrigo, los abuelos paternos pidieron la guarda provisoria ante la jueza Parello. «Tuvimos como abuelos pidiendo una guarda provisoria hace un mes y medio que venimos presentando papeles, firmando, sellando, y el viernes pasado la jueza con todo el equipo interdisciplinario decidió darnos la guarda provisoria de Rodrigo. Pero tenían que hacerla de una manera lo menos traumática. No lo hicieron en ese momento y ayer fue tarde», dijo.
«Sentimos impotencia, bronca, desesperación, dolor…una gran impotencia contra el sistema», insistió.
Ag. de Noticias: La Voz
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