En las barricadas un año atrás, Raúl estaba cortando la calle con un caño en las manos para impedir el paso de motociclistas sobre calle San Jerónimo, en barrio San Vicente. Había pasado la noche en vela por los saqueos.
Como si se tratara de un día más, Raúl Alemandi se acostó a dormir con su esposa en su casa de barrio San Vicente. Pero era el 3 de diciembre de 2013 y en Córdoba estaba acuartelada la Policía y había saqueos en toda la ciudad. Pronto se despertó por las voces que llegaban desde la calle.
“Vamos a saquear, vamos a saquear”, gritaban, recuerda este joven promotor de seguros. Fue hasta la oficina de trabajo y escondió las computadoras. Pronto se agrupó con otros comerciantes de la zona de calles San Jerónimo y Yapeyú para custodiar los locales. Una pinturería y una colchonería ya habían sido saqueados. Un supermercado chino pudo ser salvado.
Dos cuadras más allá, resonaban los tiros. Dueños y empleados de una colchonería disparaban y en ese sector no hubo saqueos. Raúl sabe que pudo haber muerto alguien. “Esa noche no se durmió”, dice. Durante el 4 de diciembre, a la mañana, estaba con el caño que había sacado de su oficina impidiendo el paso de motociclistas y de automovilistas. Ahí fue cuandole sacó una de las fotos icónicas de los saqueos. Un año después, el panorama cambió.
Fuente: La Voz
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