El hombre de los dos escándalos en los que hubo narcopolicías. Antes efectivo antidrogas, hoy abogado, Juan Carlos Viva conoce por dentro las crisis de la fuerza.
Su nombre viaja en el tiempo. Hasta 1996, cuando denuncia como oficial de policía a otros uniformados por connivencias con narcos. Y de regreso, 21 años después, cuando como abogado interviene en un caso en el que es clave la posible sociedad de narcos y policías.
Se llama Juan Carlos Viva. El lunes pasado apareció en las fotos de La Voz del Interior como defensor de Fernando Pino, uno de los dos acusados del juicio por narcotráfico que lleva a
cabo el Tribunal Oral Federal N°2 de Córdoba en el marco de la utilización, por parte de los policías, de un supuesto agente encubierto ilegal.
En una causa paralela, esos policías están presos y procesados y el informante es un arrepentido, que está procesado pero libre, y este viernes debe declarar: Juan “el francés” Viarnes, tal vez el único elemento diferente entre los episodios distantes en dos décadas.
En aquel entonces, los denunciados eran figuras de peso como el comisario Raúl Yanicelli, alias “Tucán chico”, como se lo conocía por ser hermano de Carlos, “Tucán grande”, actualmente condenado por delitos de lesa humanidad.
–Entre 1993 y ahora, cambió de lado. Era el policía y ahora es abogado.
–Yo sigo estando del mismo lado: defendiendo la legalidad a ultranza. El combate contra la droga no admite este tipo de irregularidades que hubo y que se han tornado cíclicas. En aquel momento el área no formaba parte del estado mayor ni tenía el mismo presupuesto. Debo suponer también que la capacitación ha acompañado este proceso. Y si no, algo ha pasado. Para que ocurra esto hay un eslabón que no ha funcionado.
–¿Qué recuerda de ese momento?
–Detectamos irregularidades bastante graves en ese momento, en los procedimientos. El juez era Luis Rueda (actual camarista) y se abocó a la investigación, que fue bastante grande.
–Pero después sobreseyeron a todos.
–Sí, a juicio de la Cámara la prueba no era válida. La misma gente que se había detenido en su momento era la misma gente que decía que tal o cual policía le había vendido la droga… eran otros tiempos también.
–Pero continuó en la fuerza.
–Sí, era oficial. Me fui comisario. Gracias a los jefes que vinieron después y dieron crédito a lo que habíamos denunciados. Me retiré cuando ya consideré que debía. Ya estaba recibido. Después trabajé como director de Sumarios Administrativos municipal (con Juez y Giacomino).
–¿Qué pasó en los últimos años?
–Faltó control, fundamentalmente jurisdiccional. Este señor Viarnes aparece en la causa de Pino porque mi cliente lo nombra. Lo habían ocultado. Se presentó con sus credenciales (de supuesto agente de inteligencia militar) en el Juzgado. Debieron haberse dado cuenta de esto.
Vivas menciona, además, cómo, pese a que dos policías hoy presos y procesados (Fabián Peralta Dattoli y Franco Argüello) fueron denunciados en la causa Pino por ofrecer información a cambio de dinero (y aunque fueron imputados y el Tribunal de Conducta Policial fue informado), siguieron trabajando como si nada. Meses después estalló el “narcoescándalo” con Viarnes.
–Estoy convencido, dice, de que es un grupo minúsculo. La gran mayoría es gente de bien, pero en esto algo está fallando. Y tiene que haber más responsables, más arriba.
–¿No queda la sensación de que la Policía no puede depurarse?
–Es el gran desafío, que esto no vuelva a pasar. Quiero mantener la esperanza.
Fuente: La Voz
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