Elevaron a juicio la causa contra cuatro abogados y un médico, todos familiares, acusados de cometer una megaestafa millonaria en perjuicio de sus propios clientes.
Un «clan familiar», compuesto por cuatro abogados y un médico, fue elevado a juicio en la causa que los investiga por presuntas megaestafas millonarias cometidas contra sus propios clientes, a quienes engañaban y se quedaban con gran parte de su dinero.
De acuerdo con la elevación a juicio de la investigación que lideró el fiscal Mariano Antuña, «la maniobra consistía en que los abogados, con la complicidad de un médico, actuaban en representación de sus clientes frente a aseguradoras con las que, luego de un reclamo administrativo y eventualmente judicial, celebraban acuerdos. Las aseguradoras pagaban luego las indemnizaciones a los abogados y éstos se quedaban con gran parte del dinero que correspondía a sus clientes, haciéndoles creer que las indemnizaciones eran por montos mucho menores», se lee en la página del Ministerio Público Fiscal.
«Se aprovechaban de gente mayor, en muchos casos con poca formación, y de ese modo los convencían de que estaban haciendo un buen negocio, cuando en realidad se quedaban ellos con la mayoría de la plata», explicó el fiscal a Día a Día.
La Fiscalía de Antuña, dedicada a la investigación de causas complejas como la reciente de una constructora trucha, identificó a los acusados como Horacio Dujovne, sus hijos Miguel y Paula Dujovne, su hermano Alberto Dujovne (médico) y su yerno Ricardo Kohn (esposo de Paula). Todos imputados por los supuestos delitos de “defraudación por administración fraudulenta reiterada” en 282 hechos y «defraudación por administración fraudulenta en grado de tentativa reiterada” en 4 hechos.
La investigación es muy compleja y se remonta a comienzos del año 2000, cuando el estudio de Horacio Dujovne recibió las primeras consultas de clientes para realizar reclamos contra diversas aseguradoras (principalmente La Caja). En la mayoría de las situaciones era «por seguros colectivos de vida e incapacidad que tenían por beneficiarios al afiliado titular y muchas veces también a su cónyuge», sostuvo la Fiscalía.
En este caso, además de la escasa formación de los clientes, los acusados se habrían valido también del tiempo, dado que iniciaban juicios contra las aseguradoras que se resolvían varios años después. El trámite era absolutamente «legal»: los cuatro abogados, en complicidad con el médico, iniciaban las demandas y a la larga lograban un acuerdo con la aseguradora y cobraban un monto de dinero. «Las aseguradoras pagaban el monto sin sospechar, porque los abogados actuaban en representación de sus clientes», señaló Antuña.
Según el fiscal, luego se quedaban con una gran parte del dinero y le daban un resto ínfimo a sus clientes, haciéndoles creer que era la cantidad total que habían cobrado. «Era según la cara del cliente, pero a grandes rasgos se quedaban con un 70 por ciento de la indemnización y le daban el 30 por ciento al cliente», calculó Antuña.
Al ser al menos 286 hechos -286 víctimas-, las estafas serían por un monto millonario. La investigación tuvo diversas «etapas», al punto que pasó por otras tres fiscalías antes de caer en manos de Antuña. El fiscal aclaró que los cuatro abogados y el médico ya se encuentran imputados por el mismo delito en otros 26 hechos, y que esa causa ya fue confirmada por el juzgado de control y la cámara de acusación e incluso por el Tribunal Superior de Justicia, encontrándose actualmente en la Cámara 9° del Crimen a la espera de una fecha para empezar el juicio.
Fuente: Dia a Dia
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