Tras muerte de una niña, advierten sobre riesgos de no vacunar a los chicos. Córdoba tiene un índice de vacunación de más del 95% de la población. Sin embargo, algunas tendencias naturistas alientan no inocular a los niños con graves consecuencias para la salud de los más chicos
El fin de semana murió una niña por gripe A. Una niña de 7 años murió este fin de semana en Córdoba. Se trata de la octava víctima fatal a causa de la gripe A en nuestra provincia, aunque la primera fuera del grupo de riesgo. Sin embargo, las autoridades sanitarias provinciales destacaron que la pequeña proviene de una familia naturista que había decidido no vacunarla con ninguna inoculación del calendario obligatorio nacional.
Al respecto, la directora de Epidemiología de la Provincia, María Frías, destacó los riesgos que implica esta decisión y la importancia de completar el esquema de vacunación obligatorio que en la actualidad incorpora 16 inoculaciones gratuitas en el Calendario Nacional.
La funcionaria informó que en Córdoba se vacuna a más del 95% de la población un registro positivo según los estándares fijados por la Organización Mundial de la Salud.
En tanto, destacó que “contra la gripe hay que vacunar todos los años a los grupos de riesgo, y en el caso de los niños a los que tengan entre 6 meses y 2 años de edad”.
Desde hace unos años se extendió en algunos grupos la denominada “libre vacunación”, esto es la decisión por parte de algunos padres de no inocular a los niños “por los supuestos riesgos y efectos secundarios que esta práctica puede generar en la salud de los más chicos”.
Según experiencias y estudios en distintos países, parece evidente no sólo que si no fuera por las vacunas las enfermedades no desaparecerían, sino que si se interrumpiera la vacunación reaparecerían.
Éste es el caso de un brote de rubéola en el faldeo del cerro Uritorco registrado hace años y el de sarampión en San Marcos Sierras. En todos los casos se trataba de comunidades naturistas que optaron por no vacunar a sus hijos.
Es que muchos padres en una buena situación económica y con acceso a la información deciden no vacunar a sus hijos, ya sea por considerar que son más los riesgos que los beneficios o bien en rechazo de los productos de la industria farmacéutica.
Lo cierto es que el fallecimiento de la niña de 7 años conmocionó a la localidad de San Javier y a la comunidad sanitaria del hospital de Villa Dolores donde estuvo internada.
Tras el penoso hecho, el intendente de la localidad, Alejandro Bustos, reconoció que «la gente tiene miedo y ha tomado conciencia».
Fuente: La Mañana
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