Margarita Riera planteó que un estudio genético llevaría “una gran tranquilidad” tanto para la familia de Macarrón como para la del propio empresario aludido. La mujer volvió a referirse a la supuesta atracción que Nora causaba en el hombre apodado “el Francés”.
Río Cuarto. Nora Dalmasso de Macarrón y Margarita Riera de Dalmasso eran primas lejanas. Desde niñas, compartían algunos encuentros familiares. En los ’90, las unió el amor por la jardinería y se hicieron muy amigas al formar parte de un grupo dedicado a la actividad.
El 27 de noviembre de 2006, el día después de que encontraran muerta a Nora, Margarita se presentó a declarar ante el fiscal Javier Di Santo. Cuando le preguntaron si Nora se relacionaba sentimentalmente con alguna otra persona, dijo que no le constaba, pero el 18 de diciembre amplió su declaración. Comentó que, avanzadas las Fiestas, Rohrer sabía levantar en andas a las mujeres y que “los comentarios se dirigían sobre todo a Nora, atribuyéndoles algún tipo de relación sentimental”, señaló.
Contó entonces a los investigadores, y lo reiteró ayer ante el nuevo fiscal Daniel Miralles, varias situaciones que compartieron. Refirió que le llegó a preguntar a su amiga sobre Rohrer y Nora le dijo: “No tengo nada que ver, pero si fuera por él ya hubiera salido”, por lo que interpretó que el empresario pretendía tener algún tipo de relación.
El testimonio de Margarita Riera fue ofrecido por la defensa de Marcelo Macarrón, imputado por el homicidio calificado de Nora. La amiga remarcó que el viudo “lo consideraba su gran amigo y tenía devoción por él, por sus excentricidades”.
Según Gastón Zárate, pasaban “cosas raras”
El llamado “perejil” del caso ratificó al fiscal Miralles sus dichos sobre una presunta discusión fuerte entre Macarrón y Nora.
llamado “perejil” del caso ratificó al fiscal Miralles sus dichos sobre una presunta discusión fuerte entre Macarrón y Nora.
Gastón Zárate volvió al centro de la escena en el caso Dalmasso. Ante el fiscal Daniel Miralles, ratificó sus dichos periodísticos. “Lo que más me quedó es que Macarrón le dijo que todo se iba a acabar. La pelea se dio en la cocina, la escuché por las entradas de aire que pasaban por la pieza. Yo estaba remodelando. Cuando yo estaba imputado, el abogado me dijo que no hablara y el fiscal no me preguntó, se había ensañado conmigo”, expresó Zárate.
Sostuvo que la semana previa al crimen “habían pasado cosas raras” en la vivienda y que Nora Dalmasso le había dado su teléfono para que “cualquier cosa” él la llame.
Por primera vez, Zárate sostuvo que en los meses que estuvo trabajando vio que el empresario Miguel Rohrer “entraba y salía de la casa como si fuera un amigo, abría la puerta y entraba”. Llegó a decir que vio al “francés” dirigirse solo con Nora a algún lugar de la casa y volver después de una hora o más. “Antes no me preguntaron”, insistió.
Fuente: La Voz
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