La disputa entre el sindicato que agrupa a los choferes del transporte interurbano de Córdoba (Aoita) y los empresarios del sector sigue generando derivaciones.
Ayer por la tarde, los empresarios blanquearon una oferta de 23 por ciento de aumento, pero condicionado a la suba de una batería de subsidios que reciben desde la Nación y, además, a un retoque en el boleto de las líneas de corta, media y larga distancia cuyas firmas tienen sede en la provincia de Córdoba.
La oferta era bien vista por los choferes de manera informal, sin embargo, por la noche, y tras una disputa interna entre los mismos dirigentes de Aoita, el encuentro pasó a un cuarto intermedio hasta el martes próximo.
De esta forma, sigue abierta la posibilidad de una medida de fuerza durante Semana Santa.
Oferta frenada. «Venimos con un techo de un 23 por ciento de suba, atado a una serie de condiciones que las queremos plantear en la mesa de negociaciones», decía por la tarde César Suárez, de Fetap. «Esto estará atado a subsidios nacionales y al fondo compensador. Además, si no alcanza, a un porcentaje de tarifa que por ahora no tenemos definido», agregó.
Esta propuesta no llegó a plasmarse oficialmente en la mesa, ya que la interna del gremio terminó por disolver toda posibilidad de acuerdo.
Fue cuando en la sede del Ministerio de Trabajo de la Nación, dos facciones de Aoita se «encendieron». De un lado, Miguel Herrera, adjunto del gremio a cargo del sindicato; del otro, Juan Carlos Gregorat, el secretario general (por ahora suspendido). «Unos 30 sindicalistas que apoyan a Herrera entraron para impedir que Gregorat se reuniera como paritario», contó un empleado de la cartera laboral.
«Gregorat está suspendido por 45 días por haber roto una puerta del gremio y esta semana nos vamos a reunir en una asamblea para determinar si es destituido», dijo Herrera al salir del Ministerio. En la irrupción en el gremio, el viernes pasado, Gregorat se habría llevado el libro de actas.
El problema ayer fue que, oficialmente, el sindicalista reconocido para la reunión era Gregorat, algo que Herrera y sus seguidores no aceptaron. En ese contexto, los dirigentes ingresaron a las oficinas para aclarar quién creían que debía negociar y todo se suspendió.
¿Paro? «Por ahora, no habrá una medida de fuerza. Eso es algo que tenemos que hablar con el cuerpo de delegados», aseguró Herrera anoche. «No todo es culpa del Ministerio (por la aceptación de Gregorat como negociador), los empresarios también aprovechan esto», agregó.
El martes seguirá la reunión en Trabajo para destrabar el conflicto. Mientras tanto, Aoita decidirá qué hace con Gregorat. Por su parte, este último, dice que sigue como líder del gremio. Continuará.
Las diferencias. El conflicto entre Aoita y Fetap lleva varias semanas. La medida más fuerte del gremio fue el paro durante el último fin de semana largo. El sindicato pide 35% de suba y, hasta ahora, las empresas ofrecieron informalmente 23 puntos, condicionados a mayores subsidios y más tarifa.
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