Familiares de Nora Dalmasso, asesinada en 2006 en su casa del barrio Villa Golf de la ciudad cordobesa de Río Cuarto, solicitarán a la Justicia que realicen exámenes de ADN a cinco personas que estuvieron realizando trabajos en la vivienda en la que ocurrió el homicidio, y a otros allegados a la familia.
La medida, que fue anunciada por el abogado de los padres de la víctima, Diego Estévez, será solicitada al fiscal del caso Javier Di Santo, en un intento por identificar al asesino a más de cuatro años del crimen.
Estévez, quien representa a la mamá y al hermano de Nora Dalmasso dijo a Radio Mitre que el homicidio de la mujer «fue cometido por un psicópata sexual» y aclaró que, a su criterio, no se trató de un crimen pasional.
El letrado, además, cuestionó al fiscal Di Santo y dijo que el fiscal «ha estado enroscado en esta investigación que se trató de un hecho pasional, donde presume que la víctima y el círculo íntimo, llámese familiares, amigos o amantes, era entre los que debía investigarse para ubicar al asesino».
«Primero hay que aclarar que para nosotros, el crimen de Nora fue cometido por un psicópata sexual, y no fue un crimen pasional cometido por alguien de su entorno íntimo», dijo el letrado.
«El homicida tenía acabado conocimiento de determinadas circunstancias de la casa. Sabía, por ejemplo que la alarma estaba desactivada porque se estaban haciendo refacciones desde hacía un mes. En ese lapso, por la casa pasaron albañiles, parquetistas… También pasaron amigos y relaciones de la familia», agregó.
El abogado dijo que pedirán «que se avance sobre estas personas sospechadas. Vamos a pedir por lo menos cinco ADN para ver si hay coincidencia con dos patrones genéticos detectados en las sábanas de la casa».
«Son personas que están sospechadas en la causa, en algunos casos trabajadores y en otros casos no son trabajadores. No puedo adelantar de quién estoy hablando, no están entre las personas a las que ya se les ha hecho el análisis comparativo y que se descartó que eventualmente haya podido haber contaminación».
De acuerdo con Estevez, «el viudo Marcelo Macarrón queda excluido como sospechoso porque estaba jugando al golf en Punta del Este, y científicamente está probado que él había tenido relaciones con su mujer dos días antes, y el ADN puede subsistir en el cuerpo de la víctima, un tiempo más prolongado».
El cadáver de Dalmasso (51) fue encontrado el 26 de noviembre de 2006 en el dormitorio de su hija, que no estaba en la casa del barrio Villa Golf, de Río Cuarto, ni tampoco su hijo Facundo y su marido Marcelo.
En febrero de 2007, el fiscal Di Santo ordenó la detención de Gastón «El Perejil» Zárate, que había trabajado como pintor en la casa de la víctima, pero al día siguiente, tras una marcha a favor del sospechoso, el joven fue liberado.
Ayer, el juez de Control de Río Cuarto Daniel Muñoz sobreseyó definitivamente a Zárate en la causa por el homicidio.
En el expediente aún permanece imputado el hijo de la víctima, Facundo, aunque el fiscal nunca ordenó su detención porque lo imputó en el grado de «sospechas leves».
De acuerdo con el informe del FBI que fue remitido la semana pasada, en las muestras levantadas en la escena del crimen existen dos ADN completos pero no pertenecen a Zárate, ni al otro coimputado, Facundo Macarrón, hijo de la víctima, ni al resto de las 28 personas que pudieron haber contaminado las muestras.
El estudio también reiteró el hallazgo de un perfil genético parcial -haplotipo Y- correspondiente al linaje Macarrón.
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