El ahorro al comprar en negocios mayoristas llega, en algunos productos, al 30%. La compra del mes, una especie en extinción.
La caída en las ventas es generalizada y no sólo afecta a artículos caros o de compra esporádica. La gente compra menos electrodomésticos, menos ropa, menos calzado, pero también menos alimentos y bebidas. En este escenario, se producen fenómenos de consumo y cambios de hábitos con la idea de estirar el salario lo más posible.
Uno de los efectos es, por ejemplo, la mayor afluencia de familias –no sólo de comerciantes– a comprar en el formato de grandes superficies mayoristas, en los que se resigna confortabilidad, pero se gana en precio. Y la tendencia tiene una explicación, ya que posibilita ahorrar, en promedio, un 12,7 por ciento. Incluso, en algunos productos, la diferencia puede alcanzar más de 30 puntos.
En un relevamiento de 48 artículos realizado por este diario en dos bocas de Córdoba –una mayorista y otra minorista– la diferencia de precios a favor de la primera fue más que interesante. En el minorista gastamos, en total, 1.918 pesos y, en el mayorista, 1.674. Puntualmente, los precios más convenientes los conseguimos en quesos, aceite de maíz, cacao, arroz, fiambres, té y artículos de limpieza.
Por las góndolas
Si bien el promedio de ahorro fue de casi 13 por ciento, en el análisis por productos, en algunos la diferencia trepó al 30. Esto se advirtió, por ejemplo, en el aceite de maíz Mazzola (54 pesos en el formato tradicional y 37 en el mayorista), en la yerba Verdeflor (34 y 22 pesos), en el suavizante de ropa Vívere (36 y 24,90 pesos) y en las galletas Vocación (9,95 y 6,85 pesos).
En otro grupo de artículos, la diferencia a favor del mayorista fluctuó entre el 10 y el 15 por ciento. Ése fue el caso de los quesos, del caldo de verdura, del café, del vino en caja, del mate cocido y del atún.
Entre los artículos de limpieza y perfumería –con la excepción de la crema dental, en donde el minorista tenía un precio más económico–, el promedio a favor del formato mayorista fue del 14,2 por ciento. En el Ace líquido, -9,3 por ciento; en el detergente Ala, -31,3; en pañales Pumpers, -14,7; y en blanqueador Vanish, -22,5; todos a favor de quien compra en el mayorista.
También hubo casos de productos que estaban más baratos en el minorista, como la crema Sancor (-2 por ciento), los fideos Matarazzo (-7,6), la mermelada Arcor (-8,7) y las galletitas Surtido Bagley (-5,6).
Chau a la compra del mes
Además de una baja en las ventas –que en los primeros siete meses alcanza el 15 por ciento–, los supermercados de formato tradicional advierten un cambio en la modalidad de consumo.
“Algo grave es la pérdida en volúmenes vendidos, tiene que ver con una caída permanente del consumo desde hace meses”, le dijo a Día a Día Víctor Palpacelli, vicepresidente de la cámara que agrupa a los supermercadistas de Córdoba. En ese contexto, también desapareció “la compra del mes”.
“La compra mensual ya no existe, es parte del fenómeno de gente buscando ofertas, mejores precios, haciendo las compras en varios lados, y ya no en uno sólo”, agregó el dirigente mercantil.
“Como la gente perdió poder adquisitivo, divide las compras en dos o tres puntos de venta y ya no compra varias unidades de lo mismo”, dijo Palpacelli, destacando que “el bolsillo se achicó” y que “los consumidores son más pensantes y ordenados, y que ya no compran nada sin pensar”.
Ag. de Noticias: Dia a Dia
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