El informe señala que si la empresa no recibe una inyección de capital de sus socios o de terceros, la crisis financiera actual podría empeorar aún más.
La situación económica-financiera de la empresa de transporte Ciudad de Córdoba también es motivo de preocupación en el gobierno de José Manuel de la Sota desde donde, a través de la Secretaría de Transporte, siguen muy de cerca a la firma.
Es que además de explotar un cuarto del servicio urbano de pasajeros en la Capital cordobesa, la concesionaria participa del esquema de transporte interurbano con prestaciones en cuatro de los principales corredores. Unos 350 choferes, nucleados en el Asociación Obrera de la Industria del Transporte Automotor Córdoba (Aoita), dependen de ese servicio.
Ocurre que una caída de la prestataria dentro del sistema de transporte urbano significaría también la salida de la compañía del circuito interurbano, un escenario adverso para la Provincia que debería responder por la fuente de trabajo de sus choferes y suplir los trayectos con otras empresas.
Mientras, la Municipalidad de Córdoba evalúa si le firmará o no el contrato definitivo de concesión y espera los resultados de un análisis de los estados contables ya inciado, la Secretaría de Transporte de la Provincia encargó su propia auditoría integral.
Según informó el titular de Transporte provincial, Gabriel Bermúdez, los resultados obtenidos al 30 de abril en base a los últimos balances de Ciudad de Córdoba, no son alentadores: entre sus principales conclusiones arroja que el capital de trabajo es fuertemente negativo (75 millones de pesos) “lo que se manifiesta en un endeudamiento que representa el 94 por ciento del activo invertido y un patrimonio neto de sólo el 6 por ciento del activo”. Por otro lado, los técnicos señalaron que la situación de la firma “es muy crítica, y hace presagiar un futuro complicado y con imposibilidad financiera de hacer inversiones para renovar el parque móvil que asegure un buen nivel de servicios y frecuencias a los usuarios del transporte automotor de pasajeros”.
Con los datos en mano, Bermúdez admitió que la Provincia ve con “gran preocupación lo que pasa con Ciudad de Córdoba porque actualmente participa en cuatro corredores de interurbanos”, pero aclaró que “la empresa nos manifestó su intención de mejorar y permanecer en el sistema”. La auditoría es contundente al determinar que si la compañía a futuro no recibe una inyección de capital vía aportes de los socios o financiamiento de terceros, la crisis financiera actual puede empeorar aún más.
Bermúdez consideró que “la empresa debe dar un fuerte golpe de timón en su administración, mejorando su economía de escala, su gestión logística, mejorando la gestión operativa interna de compras, modernizando procesos administrativos y controlando fuertemente el gasto”.
Además, señaló que la Provincia colabora cada vez que se lo solicitan y recordó que en los últimos días, fue el Gobierno el que adelantó fondos del Boleto Educativo Gratuito para que la prestataria pueda cumplir con sus obligaciones salariales.
Entre las conclusiones, el informe destaca:
La situación económica y financiera de la empresa es sumamente crítica, teniendo en cuenta que en esa compañía los subsidios representan un 43% de los ingresos totales.
El capital de trabajo es fuertemente negativo ($ 75 millones) lo que se manifiesta en un endeudamiento que representa el 94% del activo invertido y un patrimonio neto de sólo el 6% del activo.
La situación del alto endeudamiento es poco negociable a futuro, como consecuencia de que la deuda bancaria representa el 23% del activo y la deuda fiscal el 60% del activo.
La empresa tuvo ganancias muy bajas en los años 2011 y 2012 (0,5% de los ingresos incluyendo subsidios), lo que se potenció en 2013 con una pérdida de $ 340 mil.
La situación es muy crítica y hace presagiar un futuro complicado y con imposibilidad financiera de hacer inversiones para renovar el parque móvil, que asegure buen servicio y frecuencia a los usuarios.
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