Cibié, una proveedora de Fiat, Ford y Renault, pidió el Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC). Se trata de una empresa que fabrica sistemas de iluminación y seguridad para las terminales. Posible incidencia del freno externo
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Tras la salida de la crisis iniciada con la caída de Lehman Brothers, las empresas locales vinculadas con el sector automotor vivieron un período de importante repunte, con niveles récord de producción, ventas en el mercado interno y exportaciones. Pero el recrudecimiento de la situación en Europa y Estados Unidos -con su impacto relativo sobre otros países- y la reducción del crecimiento de Brasil comenzaron a incidir negativamente en el aparato productivo cordobés, a partir de la suspensión de personal y el adelanto de vacaciones en algunas terminales. Ahora se sumó también una empresa autopartista, que esta semana pidió la apertura del Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) en la Secretaría de Trabajo de la Provincia. Si bien por ahora no hay mayores razones para alarmar y pensar en un pedido masivo de este instrumento, no deja de ser un dato que se trata de la primera compañía local que solicita este procedimiento tras la catarata de solicitudes ocurridas entre 2008 y 2009.
Según confirmaron ayer la Secretaría de Trabajo provincial y la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), la empresa Cibie Argentina SA -dedicada a la fabricación de sistema de iluminación y seguridad para terminales automotrices como Fiat, Ford y Renault, entre otras- solicitó el miércoles pasado la apertura del PPC, pedido que aún debe ser contestado por la Provincia.
Rubén Urbano, dirigente de la UOM, comentó que la solicitud de la empresa se produjo a partir de la «reprogramación» de los planes de las automotrices, que están mesurando sus expectativas de producción en función del freno de la demanda en varios de los destinos de sus productos. «Las empresas del sector automotor estaban en su mejor momento tras la crisis de 2008/09, con incrementos de fabricación, pero parece que están recibiendo algunos coletazos de la crisis externa», analizó Urbano.
El sindicalista adelantó también que la empresa baraja la posibilidad de adelantar vacaciones a sus trabajadores, aplicar suspensiones o reducir horas extras, aunque para todo ello debería estar aceptado el PPC. La firma emplea entre 100 y 120 trabajadores, según puntualizó el gremio.
Este procedimiento desemboca en una negociación colectiva entre trabajadores y empresarios en situación de crisis. Cualquier empresa que tenga que tomar medidas que se vinculen con cuestiones como suspensiones o despidos, debe iniciarlo formalmente de manera obligatoria, de lo contrario se la puede declarar como «ineficaz». Mientras perdura la crisis, empresas y sindicato acuerdan, en el marco de una negociación, acciones como baja de salarios, reducción de jornadas y suspensiones.
En perspectiva
El pedido de esta autopartista local se produce poco después de que las terminales locales tomaron varias medidas por la menor demanda externa o la falta de algunos insumos.
Por ejemplo, Renault suspendió el lunes pasado al personal de la planta de Santa Isabel,l producto de una «corrección de stock» a partir de la merma en el crecimiento del mercado brasileño, principal destino de sus exportaciones.
Ayer la terminal de origen francés anunció mediante un comunicado que la producción correspondiente al turno mañana del lunes 7 de noviembre de su fábrica en Santa Isabel, «debe ser suspendida debido a algunos faltantes de insumos», aunque por la tarde trabajará normalmente.
Por su parte, Volkswagen continúa con el recorte de horas extras en la planta de las cajas MQ200 -que exporta principalmente a Brasil- y fuentes de la empresa confirmaron que analizan anticipar vacaciones al personal de la planta de cajas de velocidad MQ 250, insumos que se destinan básicamente al mercado europeo.
Por último, Fiat también suspendió personal el lunes pasado, a raíz de la falta de piezas.
Más allá de la situación específica de la empresa Cibie Argentina, su pedido de procedimiento de crisis no es señal por ahora de un deterioro generalizado de la situación entre las industrias cordobesas. «Es la única empresa que lo ha solicitado y esperamos que sea un caso aislado», indicó Urbano. «Esta crisis es atípica, porque por ahora hay problemas con algunos modelos y algunos mercados específicos», agregó el gremialista de la UOM.
Fortaleza interna
Los inconvenientes de las terminales y de algunas empresas autopartistas están llegando sobre todo por el frente externo, más allá de sus reclamos frecuentes por cuestiones internas que atañen a su competitividad -tipo de cambio, presión impositiva, disponibilidad de personal calificado, entre otras-.
Esto se evidencia con los últimos datos relativos a octubre: mientras las exportaciones de las automotrices locales sólo crecieron 3,7% con relación al mismo mes del año pasado, las ventas a concesionarios de vehículos fabricados en el país se incrementaron 38%.
Asimismo, el patentamiento de vehículos creció 34% el mes pasado, con un total de 72.068 nuevas unidades registradas, luego del nivel récord de septiembre. De ese modo, el acumulado del año ya se ubica en 753.150 unidades, 32% más que en igual período de 2010.
Instrumento clave
– En la última crisis de 2008/09, los pedidos de PPC en Córdoba superaron 230 casos, aunque luego no todos fueron homologados. Las empresas del sector metalúrgico fueron las que más recurrieron a este instrumento.
– En ese período, la Nación y la Provincia implementaron planes destinados a evitar el despido masivo de trabajadores de aquellas empresas que solicitaban el PPC, que insumieron en Córdoba más de 25 millones de pesos. La Nación aportó $600 por trabajador suspendido y la Provincia, $400
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