Quieren detalles sobre el eventual esquema de quitas anunciado por la Nación.
Temen que parte de los costos deban ser absorbidos por las distribuidoras En caso de eliminarse plenamente, el alza de tarifas podrá alcanzar hasta 150% para residenciales. Transporte también busca precisiones.
Funcionarios de las provincias de Córdoba y Santa Fe gestionarán la semana próxima una reunión con autoridades del Ministerio de Planificación Federal para buscar precisiones respecto al esquema de revisión de subsidios de los servicios públicos anunciada por el Gobierno nacional en los últimos días.
El dato fue confirmado por fuentes del Ejecutivo y fue motivo de diálogo informal ayer en la reunión mantenida entre el gobernador Juan Schiaretti y su par de Santa Fe, Hermes Binner, luego de firmar un acta-acuerdo para avanzar en el proyecto ejecutivo para la construcción de un acueducto entre el río Paraná y la ciudad de Córdoba.
Existe preocupación en ambas provincias sobre el impacto futuro de decisiones en áreas claves, como las eléctricas y de transporte.
En el caso del sector energético, hay inquietud por un dato que tomó cuerpo en las últimas horas, según el cual el Gobierno nacional estaría analizando transferir parte de los costos por la quita de subsidios a las distribuidoras eléctricas.
La versión, que fue admitida por fuentes del mercado, apuntaría a que distribuidoras como las empresas provinciales de energía de Córdoba y de Santa Fe (EPEC y EPE) se hagan cargo de absorber parte de los subsidios eliminados y así evitar una transferencia directa a las tarifas.
De confirmarse la especie -habría una resolución en análisis-, EPEC debería costear parte del monto derivado de la eliminación de los subsidios a la generación, que impacta en la adquisición de energía a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa).
Si bien la compañía y el propio Ejecutivo evitaron hacer números y prefirieron esperar más precisiones, este medio pudo conocer que el costo anual para la EPEC de una energía sin subsidios llegaría a 2.100 millones de pesos, frente a los 600 millones que paga hoy con un costo subsidiado de 120 pesos el megavatio/hora.
El monto es de por sí contundente y sería imposible para la compañía absorberlo, ni siquiera en parte.
Los números de la EPEC son elocuentes: tiene una área de generación deficitaria, producto de los precios congelados del megavatio, y ganancias marginales por el negocio de la distribución.
Claro que el análisis es sólo un ejercicio hipotético. Resulta evidente que el Gobierno nacional no saldrá del esquema de subsidios de una sola vez. Tampoco es probable que se eliminen plenamente, aun en un plazo de cinco años, como se barajó tiempo atrás.
Lo mas probable, aseguran fuentes del sector eléctrico, es que haya quitas parciales de manera periódica y para diferentes sectores, buscando resguardar, en última instancia, una franja de usuarios residenciales de bajos recursos y eventualmente sectores productivos vinculados con las pymes.
De hecho, los segmentos más subsidiados son los residenciales en sus diferentes niveles de consumo, y en escala decreciente las pymes y los grandes clientes.
En rigor y pese al hermetismo oficial, una eliminación total de los aportes del Estado en el área electricidad impactaría en subas de entre 80 y 150% en las tarifas de la EPEC, siempre y cuando la compañía no absorba parte de los mayores costos.
Como fuere, las distribuidoras eléctricas están en alerta y expectantes por datos concretos respecto al esquema en análisis del Gobierno nacional, que comenzó con la eliminación puntual de subsidios por $600 millones.
En cuanto al transporte de pasajeros, trascendió que la semana que viene habrá una reunión entre referentes provinciales -Córdoba participará- y funcionarios nacionales del área para conocer cuál será el criterio de la Nación sobre los subsidios de esa actividad.
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