Tras 35 años, el robo del nieto de Sonia Torres tiene acusados, la titular de Abuelas Córdoba escuchó ayer, por primera vez durante un juicio, el relato de la causa que investiga el asesinato de su hija y de su yerno, y la apropiación de su nieto
Sentada en la primera fila reservada para el público en la sala de audiencias de los Tribunales Federales, Sonia Torres escuchó ayer, por primera vez después de 35 años, la lectura de la acusación judicial contra los presuntos responsables del secuestro, las torturas y el asesinato de su hija y de su yerno, y de la sustracción de su nieto, nacido en cautiverio en junio o julio de aquel violento 1976.
La presidenta de la filial Córdoba de Abuelas de Plaza de Mayo siguió atentamente la lectura que hizo el secretario del Tribunal, y no dejó nunca de aferrar la mano de su hija Giselle Parodi. Fueron largos y tensos minutos de silencio. No era para menos.
Fue la primera vez, desde que ocurrieron los hechos, que en la Justicia Federal de Córdoba se ventila en un juicio el robo de bebés durante la dictadura. Por ese motivo, tanto la Fiscalía que tiene a su cargo la acusación de la causa La Perla, como las querellas, los familiares y los organismos de derechos humanos, tienen muchas expectativas en este proceso.
La abogada de Abuelas, María Teresa Sánchez, precisó ayer que hay 22 denuncias de sustracción de bebés en Córdoba, cifra que todavía puede ampliarse. Explicó que la represión operaba con dos metodologías tras la apropiación de los niños: o los inscribían como hijos propios o se los daban en adopción mediante un sistema ilegal. Señaló que en todos los casos se les asignaba un nombre de fantasía.
“En estos lugares actuaban civiles, los civiles que tuvieron conocimiento. Por eso nosotros decimos que en este tipo de casos es donde se ve con claridad la participación de cierta civilidad que fue cómplice del golpe de Estado y de los delitos que cometieron los militares”, explicó la abogada.
Respecto de la causa, dijo que está “todo comprobado por la búsqueda incansable de Sonia Torres”, y que es fruto de “una pelea de años para que la Justicia actuara”. Agregó que casi toda la prueba fue “ofrecida por la querella”.
El caso. El expediente que involucra a los familiares de la titular local de Abuelas es parte del caso denominado “Díaz”. Investiga el asesinato de su hija, Silvina Parodi, de su yerno, Daniel Orozco, y el robo de su nieto.
Tiene 13 imputados: Luciano Benjamín Menéndez, Jorge Acosta, Ernesto Barreiro, Luis Diedrichs, Héctor Vergez, José Herrera, Ricardo Lardone, Arnoldo López, Luis Manzanelli, Emilio Morard, Luis Quijano, Héctor Romero y Carlos Vega.
Parodi, embarazada de seis meses y medio, fue secuestrada junto con su marido el 26 de marzo de 1976. Ambos fueron trasladados a La Perla y “sometidos a torturas físicas y psicológicas” por el grupo de Operaciones Especiales de La Perla (OP3), según la acusación. Meses después, Orozco fue asesinado en inmediaciones del Tercer Cuerpo de Ejército. Silvina fue trasladada a la Cárcel del Buen Pastor y luego, entre fines de junio y principios de julio, al Hospital Militar, probablemente, donde dio a luz a su hijo varón.
“Tras nacer la criatura, sin dejar registro, y transcurridos unos días los primeros y únicos contactos entre Parodi y su hijo, personal militar sustrajo al menor no conociéndose, a la fecha, su destino”, leyó el secretario Pablo Bustos Fierro. Días después de parir, Silvina fue ultimada y desaparecida.
Fuente: La Voz del Interior
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