Bomberos acuden a más de 100 incendios por día. En las últimas jornadas, con sequía, viento y calor, se multiplicaron los focos en toda la provincia. Los cuarteles no an abasto: sus voluntarios tienen entre una y 14 salidas diarias.
Una sequía prolongada, días de viento y baja humedad. Una combinación no tan inusual para esta época en Córdoba pero que representa las jornadas más complicadas para los cinco mil bomberos voluntarios que hay en esta provincia.
Días en los que, como el jueves y ayer, hubo más de 100 focos de incendio en la geografía cordobesa, y cuarteles que tuvieron –en algunos casos– hasta 14 salidas en una sola jornada.
Del centenar de fuegos generados en pastizales rurales y urbanos, o en zonas de montes y forestaciones, la mayoría son controlados rápidamente por los bomberos. Los que se complican pasan a ser noticia y motivo de mayor preocupación.
Ayer, por caso, hubo una decena de focos complicados (ver página A3). Algo similar ocurrió el jueves. Los pronósticos indican que ese escenario no variará al menos hasta mañana.
Semejante demanda complica a los 165 cuarteles del interior cordobés, porque dependen de voluntarios que deben dejar sus actividades para destinar, en muchos casos, varias horas de tareas para sofocar incendios que –según el Plan Provincial de Manejo del Fuego– en más del 95 por ciento de los casos son iniciados por imprudencia humana.
Relatos directos
El cuartel de Villa Dolores tiene en esta época entre tres y cuatro salidas diarias por incendios forestales. “Menos de 14 voluntarios permanentes no son suficientes para esa demanda”, apuntó Pablo Fuentes, jefe del destacamento que ayer tenía a casi toda su gente tratando de controlar un foco complicado cerca del cerro Champaquí.
Los de Río Cuarto contabilizan 312 salidas por incendios en agosto, a razón de 10 por día. El jueves tuvieron 12 y ayer 14 intervenciones. Un aserradero que tomó fuego desde los pastizales de un baldío insumió 12 horas de trabajo, con ayuda de bomberos de otras localidades, hasta controlarlo. “Son los peores días del año”, indicó Marcelo Pecorari, oficial del cuartel.
Los bomberos de San Francisco dicen haber marcado el jueves un récord de incendios con 11 campos y baldíos atendidos. Para eso movilizaron a 82 voluntarios y ocho vehículos. “Las salidas de estos días son cinco veces más que el promedio diario. Rogamos a la gente extremar cuidados para no generar focos de incendio”, apuntó el jefe del cuartel, Emilio Cornaglia.
Ese cuartel estima que cada foco de fuego les insume un gasto de cinco mil pesos, en promedio.
Sierras: más riesgo
En la zona serrana, con más monte y dificultades en el terreno, los costos aumentan.
“Con esta sequía, y más con viento, hay salidas casi todos los días”, precisó Edgardo Mensegue, del cuartel de Villa General Belgrano. “Hasta que no llueva un poco, no va a cambiar la situación”, acotó.
Fabián Vargas, jefe de la Regional 7 que abarca a los departamentos Calamuchita y Santa María, coordinaba ayer la distribución de dotaciones en siniestros simultáneos en Potrero de Garay, Las Caleras y Despeñaderos. Mientras seis cuarteles trabajaban en uno, recibían pedidos de colaboración de los otros dos.
Sierras Chicas es otra zona crítica. “En promedio, estamos saliendo dos veces al día por incendios en la región”, marcó Luis Bonfirraro, presidente de los bomberos de Río Ceballos.
En Jesús María señalaron que el pico, este mes, fue de siete salidas en un día, con un promedio de dos a tres por jornada. “El año pasado y el anterior teníamos mucha más humedad ambiente. Este año, la sequía empeora el panorama”, señaló Héctor Cejas, jefe de cuartel.
En Río Tercero el promedio de la última quincena es de tres a cuatro salidas diarias por incendios de pastizales.
Villa María cuenta con el principal destacamento de su región y debe lidiar con entre siete y nueve salidas diarias por incendios, principalmente de pastizales en zonas urbanas y en banquinas de rutas y caminos. Gustavo Nicola, su jefe, marcó que las buenas lluvias producidas a la salida del verano dejaron una buena cantidad de vegetación, luego afectada por las heladas, y que ahora son el combustible de los numerosos incendios diarios.
Fuente: La voz
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