Tres de cada 10 cordobeses se cayeron en la “grieta. ”El 30 por ciento de los encuestados admitió haberse enemistado con allegados fruto de discutir sobre temas de política.
La mayoría, sin embargo, dijo que zanjó las diferencias y recuperó el diálogo. Algo más del 20 por ciento quedó enemistado.
van a hablar de política yo me voy a comer a otro lado”. La frase sonó tajante después de varios mediodías domingueros en los que parte del almuerzo había sido copada por polémicas entre aquellos que defienden políticas kirchneristas y otros que optaron y apoyan el cambio que propone y encarna el presidente Mauricio Macri.
Todos entendieron el mensaje de Juan, un médico de más de 70 años que prefiere compartir, mientras come, decenas de anécdotas de viajes, comentar acerca de las peleas de los sábados por la noche o disfrutar las ocurrencias de sus cuatro nietos. Pero de política mejor no hablemos. A la idea adhirieron sus dos hijas y sus dos yernos, como receta para pasar en paz la comida familiar de los domingos.
La escena no es la única. “Esperáme con un fernet que voy a ver el partido de la selección a tu casa. A la mía llegó mi cuñado, que es un kirchnerista perro, y no quiero terminar la noche discutiendo”, lanzó un compañero de trabajo en la previa de Argentina-Bolivia, último compromiso de la fase preliminar de la Copa América Centenario.
Como estas, hay decenas de situaciones cotidianas en las que la discusión política asoma como un conflicto en ciernes. Y evitarlo parece ser una forma de conservar relaciones familiares, laborales o de amistad, que quedaron atravesadas por “la grieta”, la figura que se impuso en la opinión pública para sintetizar –pese a la complejidad del tema– las diferencias ideológicas entre los que están de un lado (kirchneristas) y los que se ubican en la otra vereda (antikirchneristas). Para indagar hasta qué punto el debate político divide a los cordobeses,La Vozencargó una encuesta exclusiva a la escuela de negocios de la Universidad Católica de Córdoba (UCC). El trabajo arrojó que un 30 por ciento de los consultados dijo haberse enemistado por hablar de temas vinculados a la política.
El grueso de los interrogados (48,4 por ciento), en cambio, contestó que no tuvo problemas de relacionamiento por opinar o dialogar de política. En tanto, otro 20,9 por ciento prefirió no contestar a la requisitoria.
Entre los que admitieron haberse distanciado de un allegado, la buena noticia, según el estudio, es que la gran mayoría (el 78,6%) pudo superar las diferencias. Sin embargo, hay un 21,3 por ciento que quedó atrapado en la grieta, ya que, dijo, sigue enemistado.
Cuánto hablamos de política
Del total de encuestados, la mayoría afirmó que conversa de temas políticos en sus grupos de afinidad. Un 32,8 por ciento contestó que habla “mucho” de política, mientras que otro 39 por ciento respondió que lo hace, pero “poco”. En tanto, hay casi un tercio de la muestra (28,1%) que prefiere no adentrarse en temáticas vinculadas a la actividad política.
Para algunos, la salida es no hablar de política
Testimonios. Consultamos a nuestros seguidores en Facebook.
María Grazia Stumpf.“Evito realizar comentarios políticos en mi familia porque mi papá, que es anti-K, se altera demasiado. Ni con mis amigas hablo porque son anti-Macri y están cegadas. Escucho campanas de todos lados”.
Verónica Zárate.“La mitad de mi familia es kirchnerista y la otra antikirchnerista. Nada de macrismo, no somos fanáticos, pero sí repudiamos a los K. A medida que pasaron los años, vimos cómo ese gobierno dividía a los argentinos: los que no lo seguían éramos unos ignorantes, y los que sí, almas nobles”.
Julio Linares.“Claramente no discutir de política en la mesa es un grave error. La discusión es la plataforma de la construcción. Si no hay discusión y puntos disímiles se genera una quietud en una sociedad: todos pensando igual y ya. Por eso es necesaria la disputa, la discusión”.
Cecilia Di Stefano.“No se puede conversar con fanáticos; no obstante, la grieta nunca sanará. Esto que sucedió con el kirchnerismo no es un problema de fanatismo político. Ellos fueron por todo, incluso por los valores morales de muchas personas”.
El trabajo
Cómo se hizo.La encuesta estuvo a cargo de la Universidad Católica de Córdoba.
508 CASOS.El relevamiento se llevó a cabo entre el 23 y el 28 de mayo último mediante entrevistas personales realizadas en la capital provincial, con referencia geográfica en la zona de cada uno de los CPC de la ciudad.
Fuente: La Voz
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