El hombre había sido internado en el hospital Tránsito Cáceres de Allende. El caso, que hasta ahora se mantenía en reserva, ocurrió hace casi un mes.
La extraña muerte de un hombre que estaba internado en la terapia intensiva del hospital Tránsito Cáceres de Allende, de barrio Pueyrredón, en la ciudad de Córdoba, quedó envuelta en un sigilo bastante llamativo.
Es que el caso ocurrió el pasado miércoles 21 de septiembre, pero hasta ahora no hubo ninguna información oficial por parte del Ministerio de Salud de la Provincia ni de las otras instituciones públicas que han investigado.
Recién ayer, ante una consulta de La Voz , se confirmó lo sucedido a través de la Fiscalía de Distrito 3, Turno 5, que aún no tiene un fiscal fijo.
En concreto, según distintas fuentes consultadas, Juan Amaya (63) estaba internado desde hacía unos días en la terapia intensiva a raíz de una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (Epoc).
Hasta allí, nada fuera de lo común en un hospital.
Sin embargo, el 21 de septiembre temprano, cuando uno de los médicos fue a verlo, lo halló en su cama muerto, con un bisturí clavado a la altura del corazón.
Desde la fiscalía se indicó ayer que de inmediato se dio participación a la Policía Judicial y a la división Homicidios de la Policía provincial.
Según los detectives, hasta ahora no surgen indicios de que haya intervenido una tercera persona en la muerte.
O sea que Amaya se habría suicidado, aunque la causa aún continúa abierta y caratulada como “muerte de etiología dudosa”.
“Había una mesa a su lado con instrumental y tomó el bisturí de allí, según se presume”, amplió una fuente judicial.
Y agregó que, de acuerdo con un primer informe, Amaya estaba depresivo.
No obstante, el informante no dudó en describir el caso como “muy extraño”.
Informes internos
Apenas se detectó que el hombre estaba muerto, personal del hospital lo movió de su lugar, por lo que se alteró lo que pudo haber sido la escena de algún episodio delictivo, según advirtieron los investigadores de la Policía Judicial.
A nivel interno del hospital, también se inició una causa administrativa.
El director, Antonio Caravello, solicitó una serie de informes con notas de descargo a cada miembro del personal que estuvo trabajando en las horas anteriores y posteriores a la muerte de Amaya.
Es que se supone que hubo al menos una negligencia grave por dejar ese instrumental al alcance de un paciente, si es que se sostiene la hipótesis del suicidio, según advirtió otra fuente sanitaria.
Por el momento, no se avanzó en sanciones internas… En tanto, se ordenó que la historia clínica del fallecido quede a resguardo.
Otra extraña muerte en un hospital
El caso del vestuarista del circo Rodas, que debe ir a juicio.
María Inés Palacios, enfermera del hospital Rawson, debe ser sometida a juicio oral y público por la muerte de Darwin Villarreal, vestuarista del circo Rodas, ocurrida en junio de 2013. Según la Justicia provincial, la mujer deberá responder por el presunto delito de homicidio simple y falsedad ideológica. Según la acusación, la enfermera le quitó la mascarilla de oxígeno y esto le provocó la muerte.
Ag. de Noticias: La Voz
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