Pablo Petrone se recupera del disparo que recibió cuando estaba sentado en su auto en Nueva Córdoba. El agresor, un hombre de 70 años, está preso.
Veo que traía un arma en la mano. Lo único que hice fue poner la traba de seguridad, me golpeó la ventanilla y me intentó abrir dos veces la puerta y me disparó».
Así recuerda Pablo Petrone (45) la agresión que recibió en el barrio de Nueva Córdoba por parte de un hombre de 70 años luego de discutir por el lugar donde había estacionado su vehículo… El balazo atravesó la ventanilla y se le incrustó en el antebrazo izquierdo, pero por fortuna pudo arrancar el auto y partir hacia el Hospital Misericordia, donde lo asisten sus propios compañeros.
Petrone es médico cirujano y trabaja allí. Ahora teme por el estado en que le pueda quedar su mano, porque es una herramienta vital para su trabajo en el quirófano… «Lo que me ha pasado es realmente un milagro», dice de todos modos Petrone, según se observa en la entrevista que concedió a El Doce.
«Tengo un adormecimiento de parte de los dedos. Soy médico cirujano. Yo trabajo de esto, necesito recuperarme para poder trabajar», dice el hombre, padre de dos hijos… El agresor, Héctor Oviedo (70), lo había increpado cuando había estacionado en Larrañaga a metros de un jardín de infantes. Se supone que el jubilado estaba esperando retirar a un niño.
Según denunció Petrone, Oviedo -preso en la cárcel de Bouwer- lo atacó cuando volvió de hacer un trámite.
«Me empezó a increpar, se me vino encima y yo le di un empujoncito para que me dejara en paz, me subí a la camioneta, él se va corriendo a la suya. Cuando veo que se dirige a la mía veo que traía un arma», explica.
«Yo sabía que iba a disparar se me ocurrió. Estaba muy sacado ese hombre, me cubrí, medio que me me agaché, fue solamente una reacción. Sentí la explosión en el brazo, sentí un ardor en el brazo. Lo único que hice fue poner el auto en marcha e irme porque pensé que iba a seguir tirando», dice.
Ahora, intenta dar un mensaje al resto de la población: «Les digo que no discutan, menos por un lugar para estacionar. No tiene sentido».
Fuente: La Voz
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