Es un informe del Inta Bell Ville. La inundación afectó a 300 productores rurales y a numerosos tambos. De acuerdo a un informe elaborado por el Inta Bell Ville el desborde del río Ctalamochita dejó bajo el agua 135 mil hectáreas de campo del sudeste cordobés y casi 300 kilómetros de caminos rurales.
Esta situación afectó de manera directa a 300 productores agropecuarios de manera directa y a numerosos tamberos del departamento Unión con pérdidas que superan el 60 por ciento de la infraestructura montada.
La Agencia de Extensión Regional Bell Ville del Inta elaboró el trabajo bajó el título la “Emergencia Socioproductiva en la zona de Influencia”. En él se detallan las consecuencias negativas que provocó la crecida del río. El Ctalamochita llegó a 9,85 metros hace un par de semanas y derivó una masa importante de agua hacia los campos ribereños
El texto del informe señala que “los daños aproximados en el área de influencia de la agencia involucran a 298 productores, 135.000 hectáreas y 294,5 kilómetros de caminos de la red secundaria”. Esta situación se pudo evaluar durante los últimos días con el aporte de los propietarios de campos que se encuentran anegados.
Según el Inta Bell Ville la crecida del río Ctalamochita afectó a 300 productores y anegó 300 km de caminos secundarios.
“El área de influencia de la AER Inta Bell Ville incluye las localidades de San Marcos, Monte Leña, Bell Ville, Morrison, Ballesteros y Ballesteros Sud y corresponde a una superficie aproximada de 230.000 hectáreas, de las cuales se estima que más de la mitad están anegadas, según información aportada por productores, técnicos y referentes de los distintos Consorcios Camineros del área mencionada”, precisaron los técnicos del Inta.
Además, se destacó que es “inevitable” la pérdida de cosecha y la demanda de inversiones en el corto plazo para recobrar la productividad de la tierra.
El Inta bellvillense explicó que “la situación de anegamiento actual responde a una suma de causas, entre ellas, baja siembra de cultivos de cobertura en las últimas 10 campañas, ascenso recurrente de napas, modificación del canales que derivaban el agua, y más de 450 mm promedio caídos desde el mes de enero a la fecha en la región, al cual se suma el desborde del río Ctalamochita sucedido durante febrero-marzo del corriente año, que afectó tanto al zona rural como urbana”.
En el informe técnico se menciona que “alrededor de 14 tambos fabricas admitieron pérdidas que van del 60% al 100% en la mayoría de los casos, sobre todo la ubicadas entre Morrison, Ballesteros y Ballesteros Sud”.
También se asegura que 15 escuelas rurales debieron postergar el inicio de clases debido a que el agua llega a las instalaciones educativas en algunos casos, mientras que en otros se hace imposible el acceso a las mismas, poniendo en riesgo sociosanitario tanto a alumnos como docentes y padres.
Piden emergencia
Desde la Sociedad Rural de Bell Ville se solicitó a las autoridades provinciales que sea declarado el estado de emergencia “conforme a la problemática que venimos sufriendo por los excesos de agua, a causa de las grandes precipitaciones ocurridas en la zona y al desborde sufrido por el río Ctalamochita”.
Entre los argumentos, se resalta que existen “múltiples inconvenientes para el desarrollo de la actividad productiva agrícola-ganadera de la zona, tales como la gravísima dificultad de acceso a los establecimientos por caminos cortados por el agua, por falta de mantenimiento de los mismos por los escasos recursos que disponen los consorcios camineros; además, con inundaciones parciales y totales en campos bajos y en campos que nunca habían juntado agua de la manera en que se ha dado en estas últimas campañas”.
Es válido recordar en este cntexto tan grave, que la Legislatura de Córdoba sólo declaró la emergencia para la zona de Villa María y Villa Nueva.
También se ha presentado un proyecto similar para el norte del Departamento San Justo donde hay más de 40 mil hectáreas afectadas por las indundaciones.
En cambio, para el área rural de Bell Ville y pueblos vecinos no se avanzó en nada todavía.
Fuente:La Mañana
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