Fábrica Militar de Villa María: investigan qué pasó con la nitroglicerina Un estallido en un búnker de la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos dejó un operario muerto. Si bien no se descartan hipótesis, la pesquisa se centra en cómo se armaba dinamita en una olla
El reloj había marcado las 13.20 de ayer, cuando un poderoso estruendo sacudió la tierra y el estrépito se escuchó en distintos rincones de Villa María. Minutos después, sonó la sirena del Cuartel de Bomberos y empezaron a salir varias autobombas con destino a un viejo lugar conocido en las afueras de la ciudad: la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos. Una explosión se acababa de registrar en la planta mezcladora de dinamita, en los fondos del predio, lo que causó la muerte de un operario. No hubo heridos.
La víctima fatal fue Gustavo Cachín (32), quien estaba casado y era padre de un niño de corta edad, y vivía en la misma Villa María, ubicada a 150 kilómetros al sur de la Capital.
La explosión causó, a su vez, un importante incendio de pastizales secos en el mismo predio, lo que hizo temer que el desastre pudiera ser mayor. Sin embargo, el rápido y arduo trabajo de los bomberos evitó que el fuego se extendiera.
El drama se produjo en momentos que el operario manipulaba nitroglicerina, junto con otros materiales específicos, para la elaboración de dinamita, según explicó Eduardo Caeiro, secretario del Juzgado Federal de Villa María.
El funcionario indicó que no se descarta ninguna hipótesis. De todos modos, según fuentes oficiales, la posibilidad de un supuesto atentado perdía anoche sustento, y se mantenían en pie las hipótesis que barajaban un supuesto accidente, una negligencia por parte del operario que falleció o de otros compañeros, o alguna falla en los materiales que se manipulaban. La causa está en manos del juez federal Roque Ramón Rebak, quien concurrió al predio para conocer in situ el lugar del desastre e inició la pesquisa con toma de testimonios.
Caeiro dijo a la prensa que la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos contaba a priori con buenas medidas de seguridad. Precisamente fue este funcionario quien confirmó la muerte del operario Cachín.
También aseguró que al caer la tarde el incendio de pastizales había sido sofocado por los bomberos y que la situación había quedado normalizada, en el predio industrial, con lo que dio por superado todo riesgo.
Precisó que el juez ordenó precintar las instalaciones. Especialistas judiciales, de la Brigada de Explosivos y de bomberos harán las pericias.
Caeiro aseguró que “no hay ningún peligro para la población” de los sectores cercanos.
En las puertas del predio, entre nervios y desesperación, familiares de empleados de la planta estatal expresaron su reclamo por la falta de información. De hecho, hasta bien entrada la noche no hubo ninguna información oficial por parte de las autoridades de la planta ubicada en el sector sudeste de Villa María a unos 800 metros de la ruta nacional 9 y a seis kilómetros de la ciudad.
Deflagración
El secretario del Juzgado Federal indicó que la explosión se produjo en uno de los búnkeres ubicados en los fondos del predio, cerca del río Ctalamochita. En el galpón trabajaba Cachín con una olla y manipulaba nitroglicerina, entre otros componentes, según dijo Eduardo Caeiro. El operario falleció en forma instantánea.
La titular de la filial Córdoba de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Teresa Romero, indicó a La Voz del Interior que, por informes propios, todo sucedió a las 13.20 en momentos que Cachín se encontraba “solo” en la planta mezcladora de dinamita. “Momentos antes habían llegado otros dos operarios y dejaron una carga de material, tras lo cual se retiraron. Fue entonces que se produjo la explosión y se cobró la vida del compañero que quedó allí”, expresó.
“Es un lugar al que van entrando los operarios de a uno e ingresan los materiales con carros de madera. Resta develar ahora qué fue lo que sucedió”, indicó el funcionario judicial. El inmueble donde se produjo la explosión cuenta, como medida de seguridad, con un enorme terraplén que impidió que la onda expansiva alcanzara edificaciones vecinas. Sin embargo, se produjeron incendios de pastizales. El inmueble quedó destruido. No hubo evacuaciones, según la versión oficial.
Cachín, según ATE, no era “ningún novato”. Trabajaba en el predio, aproximadamente, desde 2006, y contaba “con experiencia en su trabajo”.
Desde el gremio indicaron, a su turno, que la planta cuenta “con buena seguridad”. “En los últimos tiempos se hicieron importantes inversiones para mejorar la seguridad y la higiene laboral de los trabajadores. No nos podemos quejar”, puntualizó, por su parte, Liliana Salerno, de ATE Córdoba.
En la Fábrica Militar de Pólvora trabajan alrededor de 400 empleados civiles. “Tanto Cachín como todos los operarios del lugar están afiliados a ATE”, señaló Romero.
Contraversiones
Como en esta clase de episodios, los primeros minutos posteriores a la tragedia fueron de confusión. Tanto así que se impidió, en un primer momento, el ingreso de la Policía de Córdoba, no así de la Federal y los bomberos. El propio jefe de Gabinete provincial, Oscar González, manifestó su sorpresa al respecto. Anoche, fuentes judiciales de Córdoba indicaron que “sí se permitió” el ingreso de policías de la Provincia. “De hecho, colaboró la Brigada de Explosivos”, indicó un informante.
Fuente: La Voz
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