La Unicameral provincial aprobó este miércoles con los votos de Unión por Córdoba (UPC) la norma que plantea la doble candidatura, financiamiento de campañas y la modificación de la convocatoria electoral.
El oficialismo aprobó tres proyectos modificando el Código Electoral de la provincia de Córdoba (Ley 9571) en medio de duros cuestionamientos del radicalismo, el Frente Cívico y el PRO, que conforman el interbloque Cambiemos, quienes aseguraron que estas variaciones se deben a «la desesperación» del gobierno provincial ante la incertidumbre que genera el crecimiento de la fuerza del presidente Mauricio Macri en la provincia de cara a las elecciones generales del año que viene.
Las reformas introducidas establecen las dobles candidaturas a nivel provincial, cambios en el financiamiento de las campañas electorales con aportes estatales y privados, prohibiendo los aportes anónimos, y la derogación del tope como fecha límite del 1 de marzo para que el gobernador anuncie la fecha de la contienda electoral.
La convocatoria a elecciones debe realizarse como tope con sólo 90 días de anticipación a la fecha de los comicios, y con esto, se acortaría el tiempo de las campañas electorales.
Desde Cambiemos manifestaron su oposición, marcando que se busca un camino para «preparar un fraude». A través de un comunicado, que lleva el título de «Así no va más»
“ASI NO VA MAS”
Hoy será otra jornada parlamentaria signada por la prepotencia. Nuevamente el Oficialismo Provincial utilizará su mayoría automática dispuesta a avalar, todas y cada una de las políticas del Gobierno de Unión por Córdoba.
Es por ello, que el interbloque de Cambiemos, no se va a prestar, al juego perverso de un gobierno que requiere de nuestra presencia en las bancas, que requiere la presencia de la oposición, para simular el espejismo de tolerancia, pluralidad y consenso que el Gobernador vende en su campaña de marketing permanente.
Creemos importante profundizar la democracia representativa mediante herramientas modernas que dinamicen los procesos, pero es más importante que dejen la plena, la más absoluta tranquilidad respecto a la transparencia del sistema, y estas tres propuestas no la garantizan.
Ni la propuesta de la doble candidatura, o candidaturas testimoniales, ni la nueva discrecionalidad absoluta del Gobernador para establecer la fecha de elecciones, ni el sistema gatopardista de financiación de los partidos políticos, que cambia algo solo para que nada cambie.
Es por ello que resultaría paradójico prestarse a un debate que ya está definido. Un debate que ni siquiera ha considerado nuestra posición o nuestros aportes. No podemos prestarnos a un debate simulado, menos si es sobre una reforma que traerá un grave retroceso en materia de calidad institucional.
Hemos agotado todas las vías. Hemos reclamado postergar su tratamiento por unas semanas para poder convocar a la comisión de notables del 2008. Hemos tratado de reflexionar para que la Comisión funcione en su juego de argumentos y contra argumentos para llegar alguna conclusión superadora.
Pero la suerte de esta reforma ya está echada. Unión por Córdoba no piensa en campañas más cortas ni más transparentes. La necesidad electoral del Peronismo de Córdoba, consiente del desgaste de 20 años de desgobierno, los lleva a una carrera desesperada por conservar el Poder.
Sabemos que en 2019 no enfrentaremos a Unión por Córdoba, sabemos que enfrentaremos al Gobierno de la Provincia que pondrá toda su estructura al servicio de sus candidatos, confundiendo, como hoy, Partido y Gobierno. Pero también sabemos que la sociedad ha optado por un cambio, que ya no les cree. Y estas actitudes lo demuestran.
Sólo el diálogo sienta las bases para el desarrollo institucional, la protección de los derechos humanos y la estabilidad democrática. Un Partido que olvida estos valores es indigno de seguir en el gobierno.
La democracia y la política también se fortalecen con gestos»
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