La ayuda va en camino motoqueros Solidarios es una agrupación cordobesa que en su nombre encierra los motivos de su existencia: la pasión por las motos y el deseo de brindar apoyo y asistencia a gente que lo necesita.
Marcelo, Rodolfo, Mary, Gladys, Gustavo, Iván, Turco, Magui, Daniel y Chiri. Parece la formación de un equipo de fútbol, pero en realidad este 11 titular, junto a suplentes que por ahí se suman, ganaron otro campeonato, quizá más difícil que clavar una pelota al ángulo en tiempo de descuento: el de la solidaridad.
Y lo hicieron conjugando su amor por las motos y el asfalto, con esa necesidad de llevar ayuda a personas cuyas necesidades básicas están lejos de ser satisfechas. Por eso, un día le colgaron un nombre a esa pulsión de desandar caminos con el viento pegando en la cara llevando donaciones a parajes olvidados: Moteros Solidarios de Córdoba.
“Nació de una mala experiencia por la cual nos dimos cuenta de que a veces lo que se dona no llega a quien realmente lo necesita. Otro grupo nos invitó a visitar un pueblo del norte, y vimos que todo el esfuerzo de la gente que acercó cosas quedaba en manos de un puntero político. Nos desilusionamos y decidimos volvernos con la camioneta que habíamos llevado. Pero en ese mismo retorno nos parábamos, golpeábamos las manos casa por casa y le entregábamos las donaciones a la gente, en la mano. Así empezó esto”, cuenta Marcelo Yordano en su peluquería de Carlos Paz.
Marcelo es el que “arría la tropa”, según sus compañeros de ruta, y nunca mejor ubicada esta última frase hecha.
–¿Cómo trabaja Moteros Solidarios?
–Aparte de salir con las motos, cosa que nos fascina, hacemos relevamientos en los pueblitos más pobres y tratamos de ver qué necesidades tienen. Después de eso les trasladamos las donaciones que continuamente estamos receptando de vecinos, amigos y conocidos. Todos ellos ya saben que venimos hace mucho tiempo llevando adelante esto, y a raíz de eso llevemos camiones repletos.
–¿Hace cuánto de esto?
–Cuatro años y un poquitito más. Hemos llegado a 40 pueblitos, todos del interior de la provincia de Córdoba, la mayoría de la zona norte. Es bastante complicado, porque cada uno tiene sus ocupaciones, pero estamos en permanente contacto entre nosotros para ver cómo hacemos al momento de juntarnos. Y el centro de reunión, el búnker por así decirlo, es mi casa acá en la Villa. Ahí acumulamos todas las donaciones y cada cierto tiempo nos juntamos y hacemos un trabajo de selección y acondicionamiento de la ropa y el resto de las donaciones.
–¿Disfrutan mucho el hecho de unir una pasión como las motos con las acciones solidarias?
–Sí, por supuesto, es una motivación. A las donaciones las llevamos en camionetas y camiones, lo que implica toda una logística. Cuando recién empezamos a hacer esto, íbamos a cada lugar un rato antes. Una vez que veíamos la zona, empezábamos a bajar las cosas que traíamos, extendíamos las mesas, y ahí la gente comenzaba a llegar. Después nos fuimos dando cuenta de que podíamos usar las radios de los pueblos, que ellos podían hacernos de nexo con la población. Entonces ahora la metodología es ir primero a las emisoras, hablamos con los dueños y les explicamos lo que hacemos; claro que se suman encantados a esta movida: avisan que tal día a tal hora vamos a estar en determinado lugar.
–¿Cómo los recibe la gente?
–Te juro que parece la llegada del Papa, es increíble. Eso habla de la necesidad que está pasando esa gente. Nosotros no somos una ONG, ni una entidad conformada, somos un grupo de amigos y toda esta movida sale de nuestros bolsillos. Nosotros nos bancamos la comida, el gasoil, el combustible de los vehículos grandes, y la verdad que es bastante duro. Gracias a Dios, la Cooperativa de Villa Carlos Paz hace tiempo que nos viene prestando un camión, y eso ayuda mucho.
–¿Es verdad que se interesaron de Francia por ustedes y los vinieron a filmar?
–Eso fue para esta fecha, un año atrás. Se comunicaron de una productora que se dedica a hacer documentales en distintas partes del mundo con la característica de que les interesa meterse en la vida de los moteros. Nosotros fuimos el quinto país que ellos eligieron para venir a filmar y se enteraron de nosotros a través de las redes sociales. Llegaron el 30 de diciembre y se fueron el 2 de enero. Si acceden al Facebook del grupo, están las imágenes de cuando fuimos a Alta Gracia y las Altas Cumbres, entre otros lugares. Quedaron fascinados con la predisposición y con el recibimiento. Dijeron que jamás los habían recibido en otros países como lo hicimos acá.
La sonrisa de los niños
«Nos movió mucho la visita a un orfanato en San Marcos Sierras donde hay 38 chicos; fuimos a pasar todo un día. Ellos simplemente querían que los acompañáramos, pero le preguntamos al responsable cuál era la necesidad principal.
Como reciben un subsidio que les alcanza sólo para la comida, no tienen artículos de limpieza y de higiene personal. Así que hicimos una campaña a través de la cual elaborábamos pan casero que hacíamos con un vecino, y lo canjeábamos por un artículo de limpieza. Hacíamos locro y entregábamos una porción por dos leches larga vida: llegamos a juntar más de 300 litros. Llenamos tres camionetas con donaciones, y fue un día muy lindo que disfrutamos todos, porque además jugamos al fútbol, al vóley, y yo desde que llegué hasta que me fui les corté el pelo a todos”, cuentan Marcelo, Gustavo y el resto del grupo.
Y se suma Rodolfo, el más “viejito” como lo cargan sus compañeros: “No se trata de ser solidarios porque sí. Es un compromiso social que se dio naturalmente entre nosotros”.
–Y tuvieron la suerte de que saliera un grupo cohesionado.
–Sí, acá hay una pirámide medio rara: tiene una base que es Marcelo, pero también está en la punta. Él tiene el espíritu de arriar y cada uno hace cosas que no hace el otro. Somos muy distintos, pero con cosas en común como la convicción de tratar de hacer las cosas lo más transparente posible.
–¿Qué se viene ahora?
-El mes próximo no nos vamos tan lejos, estaremos cerca de Agua de Oro. Algo interesante que surgió es que la gente de una cadena de cines que hay en Córdoba se comunicó con nosotros y nos ofreció que durante la proyección de una película se cobre de entrada un alimento no perecedero, para que nosotros los podamos distribuir.
Cómo ayudar
El teléfono celular de contacto con el grupo es el (03541) 155-21044.
Para mandarles un mail, metele y escribiles a myordano@hotmail.com
En Facebook los podés encontrar como Moteros Solidarios de Córdoba.
Fuente: Día a Día
Comentar post