Los promedios de la UNC

La UNC tiene un promedio de 6,47  los datos recogen las calificaciones de los últimos 10 años e incluyen aplazos. La media mejoró con respecto a 2000, cuando era de 5,4. La carrera con mejor promedio es Licenciatura en Letras Clásicas, con 9,01. La peor, la de Contador Público, con 5,31

 

En la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), el promedio general de todas las facultades y carreras de los últimos 10 años es de 6,47 puntos. La nota, considerada como un indicador de desempeño académico, incluye aplazos, y corresponde a la década que va desde 2002 a 2011 inclusive. Y señala que la UNC logra un “buen rendimiento”, de acuerdo con los parámetros de la Primera Evaluación Institucional de la Casa de Trejo realizada en 2002, que consigna que esa franja abarca los valores mayores o iguales a cinco y levemente inferiores a siete.

 

El promedio surge del anuario estadístico 2011, publicado por la UNC a fines de 2012, y comprende 12 facultades y 82 carreras. La estadística no considera en forma separada a la Facultad de Artes, que fue creada en noviembre de 2011 y comenzó a funcionar independientemente de Filosofía y Letras recién en 2012.

 

En 2000, a su vez, la UNC en su conjunto obtenía un promedio de 5,4, o sea más de un punto inferior al actual, según la autoevaluación que efectuó la Casa de Trejo para acreditar ante la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau), del Ministerio de Educación.

 

La publicación consigna que el promedio general que los estudiantes logran durante la carrera es un indicador de desempeño académico. Pero al mismo tiempo puntualiza, entre otros factores, que las prácticas evaluativas se cuentan entre los aspectos menos conocidos y atendidos en la educación superior del país; y que la cultura académica propia de cada facultad o carrera fija de manera informal estándares de mayor o menor exigencia.

 

Un clásico. La carrera que obtuvo el mejor promedio general en la última década es Licenciatura en Letras Clásicas, en la Facultad de Filosofía y Humanidades, con 9,01 de puntaje general.

 

La peor “performance”, a su vez, corresponde a la carrera de Contador, en la Facultad de Ciencias Económicas, que sólo logra 5,31 puntos.

 

Para el exrector de la UNC, Hugo Juri –quien también fue ministro de Educación de la Nación y decano de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNC– el dato es, sin embargo, relativo.

 

“¿Es alto o es bajo en comparación con qué? Porque puede haber universidades privadas que tengan un promedio mucho más alto que la Universidad de Córdoba o la Universidad de Buenos Aires, a pesar de que la UNC y la UBA tengan más calidad”, advirtió.

 

En cambio, para el actual decano de Ciencias Médicas, Gustavo Irico, la nota media tiene valor. “Calificamos los parciales, los exámenes, y se saca el promedio general. Si eso no tuviera valor, no se ponderaría, y sólo existiría ‘aprobado’ y ‘reprobado’. Pero está claro que no es lo mismo un cuatro que un 10”, consideró Irico. “Ni tampoco es igual evaluar como regular, bueno o muy bueno”, dijo.

 

“La nota tiene que ver con la dedicación y con el estudio”, opinó, aunque aclaró que “después del egreso, no hay una relación directa entre el promedio que obtuvo un estudiante y el posterior desempeño profesional”.

 

Para el decano de Ciencias Médicas, además, la nota promedio que logra la UNC dista de ser mala. “Teniendo en cuenta que se incluyen los aplazos, 6,47 es una buena nota, pero igual hay que trabajar para que siga mejorando”, dijo.

 

 

¿Hay una tendencia?. Las cinco carreras con mejor promedio en la década son, después de la licenciatura en Letras Clásicas, la licenciatura en Filosofía, con 8,93; la licenciatura en Perfeccionamiento Instrumental, con 8,88; la licenciatura en Matemática, con 8,76; y el profesorado en Letras Clásicas, con la misma nota.

 

Las carreras con el promedio más bajo, a su vez, son, por detrás de Contador, la licenciatura en Administración, con 5,56; la licenciatura en Química Farmacéutica, con 5,73; la carrera de Técnico Mecánico Electricista, con 5,81; y Odontología con 5,96. Apenas por encima, empatan la licenciatura en Bioquímica con 6,01; y la licenciatura en Kinesiología, con el mismo puntaje.

 

Por otra parte, 15 carreras tienen un promedio inferior al de la Universidad, distribuidas en todas las facultades, con tres excepciones: Filosofía y Letras; Matemática, Astronomía y Física; y Psicología.

 

Entre las carreras con notas por debajo del promedio se cuentan algunas de las tradicionales: Abogacía, con 6,26; y Arquitectura, con 6,12. También el traductorado de inglés, con 6,16; y Agronomía, con 6,31.

 

En 2000, mientras tanto, Abogacía y Ciencias Económicas, con matrículas masivas, también se posicionaban por debajo de la media.

 

A su vez, la Facultad de Filosofía y Letras es la que hoy registra el mejor puntaje en las 24 carreras que allí se dictan, con un promedio de 8,25.

 

Y en 2000, también las Ciencias Humanas se ubicaban en el segmento superior, en tanto que la carrera con el mejor promedio era Teatro, con ocho puntos.

 

Lo que tienen en común. Cuando se trata de buscar un denominador común entre las carreras que obtienen el puntaje más alto, se advierten algunos factores similares.

 

Por un lado, que se trata de disciplinas con un número reducido de estudiantes, lo que hace posible una enseñanza más personalizada y un seguimiento mucho más directo sobre los alumnos, lo que podría impactar en un mejor aprendizaje.

 

En Letras Clásicas, por ejemplo, el total de estudiantes rondaría los 20, y los 10 alumnos por clase.

 

Además, en general se evalúa el trabajo realizado a lo largo del año y no el rendimiento en un examen puntual.

 

“No es casual que los mejores promedios los obtengan carreras con pocos alumnos, porque eso es un factor que permite mejorar la calidad de la enseñanza”, dijo Irico.

 

Y otra cuestión que no puede obviarse es que son carreras que requieren un perfil particular de alumnos, con una vocación muy definida hacia la disciplina elegida. “A diferencia de lo que pasa con otras carreras más masivas, el que se mete en Letras Clásicas, en Filosofía o en Matemática es porque realmente le gusta, y eso hace que la actitud hacia el estudio también sea diferente”, consideró una estudiante.

 

Fuente:  La Voz