Contundente marcha de los gremios para repudiar el ajuste previsional de Schiaretti, fue masiva la convocatoria de los estatales que se movilizaron hasta el Centro Cívico para manifestarse en contra del recorte jubilatorio. Además de criticar la Ley 10.333, cuestionaron la reunión del gobernador con el G-6. Incidentes entre manifestantes y agresiones a la prensa.
Caliente fue la mañana y el mediodía de ayer en las calles del centro de la ciudad por la movilización de los estatales provinciales que partió desde Colón y General Paz y culminó en las puertas del Centro Cívico.
De esta manera, y en una masiva convocatoria, los sindicatos cordobeses expusieron con contundencia el malestar que existe contra el Ejecutivo provincial desde la semana pasada cuando se promulgó la Ley 10.333 que prevé el recorte jubilatorio, tras derogarse la 10.078 que planteaba el diferimiento previsional.
A pesar de lo que algunos pensaron anteayer, la convocatoria fue masiva y el poder de los gremios quedó comprobado en las calles de manera soberbia y por primera vez desde que se votó la ley el miércoles pasado. Sin embargo, y por más que varios insistieron ayer con la unidad sindical, quedaron en evidencia los roces que existen entre algunos referentes gremiales, diferencias que por momentos se terminó trasladando a las bases.
En cuanto a la actividad, la misma se vio resentida en las diferentes áreas de atención pública durante buena parte de la jornada; mientras que, entre los diferentes gremios que participaron de la movilización, se encontraron Luz y Fuerza, el Sindicato de Empleados Públicos (SEP), el Sindicato Unión Empleados y Obreros Municipales (Suoem), la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (Uepc), La Bancaria, Asociación Gremial de Empleados del Poder Judicial (Agepj), el Sindicato Regional de Luz y Fuerza, el Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop), Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Unión de Trabajadores de la Salud (UTS) y empleados de la Unión del Personal Superior (UPS), entre otros.
Además, los afiliados a los distintos sindicatos contaron con el apoyo de dirigentes de los distintos partidos que adhieren al rechazo al recorte jubilatorio impuesto por Schiaretti. Entre los que se encontraron la legisladora del FIT, Laura Vilches; los legisladores de Córdoba Podemos, Ricardo Visani y Carmen Nebreda; y el referente del núcleo interno de la UCR, Dante Rossi.
Una previa
Por el momento del año, con la mayor porción de los afiliados de vacaciones, lo de ayer la cúpula gremial lo tomó como “una previa, como para ir calentando motores”, según le dijo el secretario general de un sindicato mientras marchaba. Con lo cual, es muy difícil que se mantengan las acciones durante enero y todo quedará para febrero, con algunos gremios que tendrán un rol clave, como por ejemplo los docentes con la presión por el inicio del ciclo lectivo 2016.
De todas maneras, la prueba de ayer dejó satisfechos a los líderes sindicales. El inicio fue cerca de las 11 en Colón y General Paz y desde allí partieron hacia El Panal pasando frente a la Caja de Jubilaciones de la Provincia.
La movilización fue encabezada por Raúl Ferro (La Bancaria), Gabriel Suárez (Luz y Fuerza) y Juan Monserrat (Uepc), entre otros dirigentes. Pero en esa primera fila no estuvo José Pihen, el líder del SEP que a pesar de haber votado en contra de la ley, tiene algunos detractores dentro del arco sindical cordobés.
La 10.333 contó con dos votos en contra del oficialismo en la Unicameral: Pihen e Ilda Bustos, referente de los gráficos. Pero Unión Por Córdoba sumó en el recinto los votos del interbloque Juntos Por Córdoba integrado por la UCR, el PRO y el juecismo. Con lo cual, ayer los trabajadores estatales volvieron a cuestionar el eje Mestre-Schiaretti-Macri.
Las acusaciones a la clase política llegaron cuando culminó la movilización y fue el turno de los oradores. El primero fue Eduardo Brandolín de Luz y Fuerza Regional, quien dijo de la convocatoria: “Ayer teníamos dudas y esto nos sorprendió con más de 10 mil compañeros en la calle”. Acompañado en esta sintonía por Monserrat, quien también agradeció la presencia de los trabajadores de los distintos gremios, sobre todo por el momento del año.
En tanto, el lucifuercista Suárez manifestó con dureza: “Es la primera vez que un gobierno democrático le caga la vida a los trabajadores. Ahora resulta que se sacó el diferimiento, pero fue a costa de la reducción del salario”. “Tenemos que estar todos juntos, nada se va a corregir si no estamos todos juntos”, sostuvo Suárez.
Por su parte, Pihen cerró cuestionando la reunión que Schiaretti mantuvo ayer con el G-6, los empresarios más poderosos de la provincia. “No estamos sentados en la mesa de Schiaretti, ahí él se sienta con los empresarios más poderosos que le festejan la derogación de la tasa vial”.
Fuente: La Mañana
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