El MPN retuvo la gobernación. Se impuso Omar Gutiérrez y extenderá así, el dominio del partido provincial; segundo quedó el kirchnerista Rioseco, quien superó al radical «Pechi» Quiroga
La provincia de Neuquén dio ayer el puntapié inicial en este año electoral sin sorpresas: el candidato a gobernador del oficialista Movimiento Popular Neuquino (MPN) y favorito de estas elecciones se llevó el triunfo con el 36,81% de los votos, con el 63% de las mesas escrutadas.
El segundo lugar quedó en manos del candidato del Frente para la Victoria y actual intendente de Cutral-Có, Ramón Rioseco, con 28,88%, y en el tercer lugar, lejos de las expectativas que había generado, el intendente de la ciudad de Neuquén, Horacio «Pechi» Quiroga, postulado por Nuevo Compromiso Neuquino -la UCR con el apoyo de Pro-, con el 20,63%.
Así, el partido provincial, que se mantiene en el poder desde hace más de 30 años, se aseguró otros cuatro años, tras la victoria del ministro de Economía, Omar Gutiérrez, que asumirá como gobernador el 10 de diciembre.
«No hay mejor encuesta que el escrutinio final. Y después es trabajo, trabajo y trabajo hasta el último momento», dijo Gutiérrez, al hablar con la prensa en la Junta de Gobierno del MPN, en la capital provincial. Acompañado por su vicegobernador, Rolo Figueroa, y el actual gobernador, Jorge Sapag, Gutiérrez deslizó que la proyección de votos marcaría entre 12 y 15 puntos de diferencia con Rioseco una vez escrutadas todas las mesas.
Pese al contexto particular que se dio en Neuquén, que al igual que hace cuatro años volvió a votar con cenizas volcánicas suspendidas en el aire, esta vez, tras la erupción del volcán chileno Calbuco, los neuquinos fueron a votar en buen número: ayer las cifras oficiales indicaban que había participado del sufragio entre el 75% y el 80% del padrón, que contó con 458.923 personas habilitadas. Cuatro años atrás había votado el 76% de los neuquinos.
Desde temprano, por la Junta de Gobierno del MPN, que hizo las veces de búnker oficialista, pasaron distintos funcionarios provinciales, que en un principio se mostraron inquietos por los resultados. Los gestos adustos se relajaban apenas les murmuraban que las bocas de urna le daban al partido oficialista unos diez puntos de ventaja. Los más exultantes fueron una treintena de militantes que desde temprano se juntaron con bombos en la puerta de la sede para vivar por Gutiérrez.
Quiroga, que había denunciado al aparato oficialista por practicar el clientelismo -«utilizaron recursos del Estado para condicionar», dijo-, llamó por teléfono a los ganadores para felicitarlos por el resultado.
«Hasta ahora hay un claro ganador. El pueblo de Neuquén sabe con quién va construir el futuro, he llamado a Gutiérrez para felicitarlo. Francamente consideré que la voluntad de cambio del pueblo de Neuquén se iba a notar más, el pueblo se ha expedido con contundencia y eso es sagrado, quieren construir el futuro con el partido que gobierna hace 50 años», agregó Quiroga.
En tanto, el candidato del FPV, Ramón Rioseco, contó que recibió el llamado de la Presidenta para saludarlo por el segundo puesto en la elección y apuntó las críticas a Quiroga, en sintonía con las disputas que ya se vienen anticipando a nivel nacional: «Quiroga, quien es Macri, representa a la derecha y eso los neuquinos no lo quieren».
Más allá de las cenizas, la votación en Neuquén, provincia donde se encuentra la localidad de Vaca Muerta, eje de campaña de todos los candidatos por ser una apuesta futura para recuperar el autoabastecimiento energético, tuvo otra particularidad: no hubo PASO y se votaron directamente los cargos en juego. En ese sentido, además de gobernador, se votaron 35 cargos a diputados provinciales, de los que al cierre de esta edición no había ganadores confirmados, y 12 intendentes, de los cuales el MPN mantuvo la mayoría de ellos. Lo más festejado, sin embargo, fue la tendencia ganadora en dos distritos clave hasta ahora en manos del FPV: justamente las ciudades más castigadas por las cenizas, Junín de los Andes y San Martín de los Andes.
Comentar post