Preocupante 408 casos en el 2010 de muerte súbita de bebés por esta causa, sobre un total de 638 fallecimientos de recién nacidos.
El fallecimiento de una beba de 4 meses el miércoles en una guardería, se supone, a causa de una muerte súbita, renovó la inquietud respecto a este síndrome del lactante. El 95 por ciento de estos decesos se producen por obstrucción de la vía aérea. Recomiendan supervisión del lactante 15 minutos después de cada ingesta de leche y elevar la cabecera de las cunas 10 centímetros para evitar estos casos.
El 80 por ciento de estas víctimas tiene entre 5 y 6 meses. El relevamiento fue realizado sobre nosocomios cordobeses entre los que cuentan la Clínica del Sol, Clínica de la Concepción, el Hospital de Niños y el Infantil. Luego de ese año 2010 no se volvieron a actualizar los datos de muerte súbita.
Lo cierto es que el informe detalló que más de un niño por día muere por causa de la denominada muerte súbita, sin tener en cuenta los casos que no llegan a ser registrados por el sistema sanitario público o privado. Es decir, los que como en el caso de la guardería, la ambulancia llega al lugar a constatar el deceso.
Al respecto Jorge Rumi, emergentólogo del 107, destacó que 8 de cada 10 casos se podrían evitar en caso de tener los conocimientos necesarios sobre desobstrucción de la vía aérea en bebés, causal del 95% de estos casos.
«A diario atendemos este tipo de casos y son niños que se suelen salvar por las indicaciones telefónicas, ya que no hay tiempo de llegar a ninguna clínica», señaló.
Rumi indicó que este tipo de muertes, en su mayoría por obstrucción de la vía aérea, aumentó en los últimos años a causa del aumento de madres jóvenes con escasa experiencia.
Es necesario, por lo tanto, contar con la información necesaria acerca de cómo amamantar a un lactante, o cómo hacer en caso de una emergencia de este tipo. «Es que el período de tiempo que el organismo puede no recibir oxígeno no supera un par de minutos, si los testigos comienzan con maniobras inmediatamente se puede salvar una vida», explicó Rumi.
Medidas de prevención
Supervisar al bebé 15 minutos posteriores a la ingesta de leche. Cuando un bebé toma la teta, o la leche por biberón, cuando succiona incorpora una gran cantidad de aire. Una forma de eliminarlo es a través del conocido «provechito». Sin embargo, se corre el riesgo que el bebé regurgite, o se atragante con saliva, moco o leche que queda en la garganta. «En el caso de las guarderías suele ocurrir que atienden a varios niños a la vez y se los acuesta sin hacer este ejercicio ni la vigilancia de un adulto en esta etapa». «Hay que estar más atentos, turnarse con papá y mamá para observarlo en ese período tras la toma», señaló Rumi.
También es necesario tener en cuenta la postura en que se acuesta al bebé. La Organización Mundial de la Salud recomienda desde 2009 la ubicación boca arriba con el agregado de que la cabecera del niño debe estar 10 centímetros por encima del resto del cuerpo. Esto sin utilizar almohadas ni colchas que pueden asfixiarlo sino utilizando tacos en las patas de la cuna. «En el caso que haya una mínima regurgitación por una inclinación propia puede volver», dijo el especialista.
Fuente: La Mañana de Córdoba
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