UTA y Surrbac adelantaron su actitud en contra a que las dos empresas municipales pasen a manos privadas.
Hasta ahora eran todas especulaciones. O campaña si se quiere. Pero ya con el nombre de Ramón Mestre como próximo intendente, no son pocos los que empiezan a revisar sus propuestas electorales, para ver cómo serán los escenarios por venir.
Dos de esos escenarios claves serán los que tienen que ver con sendas empresas estatales del municipio: Tamse y Crese.
Sobre la primera, Mestre en la campaña habló directamente de privatizarla por completo, a excepción de la red de trolebuses. Su planteo es que en la nueva licitación del transporte, los tramos deficitarios se distribuyan entre las tres o cuatro empresas que imagina prestando servicio, garantizando la fuente laboral para los trabajadores que están en la estatal.
¿Qué dicen los choferes de la UTA? «Una cosa es lo que se dice en la campaña y otra lo que se puede hacer después», definió Alfredo Peñaloza, secretario general de los colectiveros. «No estaremos de acuerdo con que Tamse pase a ser privada. Sí creemos que hace falta un buen reacomodamiento, organización y dirección dentro de la empresa como para que pueda seguir»
Recolectores. Por el lado de la basura, las propuestas del candidato ganador no son muy diferentes. Aunque en este caso el cambio sería menor, ya que la idea del futuro intendente es reducir a la actual Crese para que se haga cargo sólo de la mitad de la ciudad, poniéndola a competir con una privada en la otra porción capitalina.
¿Cómo caerá la idea por el lado de los muchachos del Surrbac? «Sólo esperamos que Mestre haga una buena gestión para los trabajadores», respondió el mismo domingo Mauricio Saillén, cabeza del moyanista gremio de los recolectores, quien defendió a la empresa estatal. «Crese ya es parte de la sociedad, y los contribuyentes son los patrones de esta empresa, no el intendente». En el mismo sentido, dijo que la actual empresa «está prestando un buen servicio», y consideró que «es mucho más barata que lo que costaría una privada».
También se refirió a la posibilidad de un achicamiento o privatización. «Lo vamos a discutir», dijo Saillén, advirtiendo que si se trajeran empresas privadas, exigirán «que se designen directores obreros como en la Crese».
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