Los padres de Mariana insiten que es es un homicidio con dolo eventual,, los querellantes reclaman que el caso de su hija no fue un homicidio culposo. El pedido, efectuado por su abogado, fue rechazado por el juez. Podrá ser realizado recién en los alegatos.
Los padres de Mariana Ellena, a través de su abogado, Carlos Palacio Laje, pidieron ayer formalmente que se suspenda el juicio en el Juzgado Correccional y todo pase a una Cámara del Crimen, ya que entienden que todo debe encuadrarse en un homicidio con dolo eventual (simple) y no en un homicidio culposo (imprudencia).
Sin embargo, el juez correccional Armando Ángeli se opuso a tal requisitoria, ya que la consideró extemporánea, pero le dijo al querellante que puede solicitarlo en los alegatos. De todas formas, el magistrado dio por sentado que él podría resolver la suspensión del juicio en el transcurso del proceso oral.
Por la muerte de Mariana Ellena, ocurrida en septiembre de 2011 en el Centro de Córdoba, están juzgando a dos jóvenes que presuntamente iban corriendo una picada por la avenida Chacabuco. El principal acusado es C.M.B., quien iba al comando de un Fiat 147 blanco que habría pasado el semáforo en rojo justo cuando la chica cruzaba la arteria.
En la audiencia de ayer, se esperaba el testimonio de la novia de C.M.B., quien es madre de su hijo de 1 año, pero la chica –dada su relación– se abstuvo de declarar. Según la causa, Brenda Andrade también iba en el 147 y, tras detenerse ambos metros más adelante del choque para ver lo que había ocurrido, ambos habrían escapado para ocultar el auto en una playa que ella conocía en calle Deán Funes. En este sentido, ayer declaró el testigo Tomás Cangallo, quien relató que vio cómo los dos que iban en el 147 blanco se detuvieron tras arrollar a Mariana, se bajaron para ver lo hecho y escaparon. Ese hombre fue quien anotó la patente del auto, lo que luego permitió identificar al vehículo.
Por otro lado, testificó un joven (Darío Quintero) que iba como acompañante en el otro auto, el Fiat Spazio azul, que también, presuntamente, estaba corriendo la picada. Este muchacho negó que hayan ido practicando tal actividad prohibida, al tiempo que declaró que el 147 cruzó en rojo.
El juicio se reanuda el viernes. Se espera que declaren los testigos que vienen faltando.
Fuente: La Voz
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