La Planta de Renault de Santa Isabel y la de Fiat, cumplen durante toda la presente semana la suspensión de 1800 y 2300 trabajadores, respectivamente.
La medida que afecta a más de 4.000 empleados rige desde este lunes y hasta el viernes, con la paralización de la producción de ambas automotrices. Desde las empresas, justificaron la medida excesivo stock y por la caída de la demanda interna.
«La gravedad de esta situación provocará que las autopartistas locales deban adecuar sus niveles de producción a los volúmenes de trabajo de las terminales», expresó la Cámara de Industriales Metalúrgicos y de Componentes de Córdoba.
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