Tras vivir un mes y medio con una “familia de acogimiento”, el nene de tres años que fue encontrado en septiembre pasado dos veces deambulando solo y descalzo en las calles de Río Cuarto, en horas de la madrugada, pudo reencontrarse con su abuela, quien se hará cargo de él.
Su caso fue noticia nacional. Con 3 años, fue hallado dos veces de noche. Se muda a La Plata y estará con su hermanita. La mamá seguirá en tratamiento psiquiátrico… Por gestiones de la Agencia Territorial de Acceso a la Justicia (Atajo), del Ministerio Público Fiscal, la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) de Córdoba pudo avanzar con los informes para corroborar que la abuela, que vive en La Plata, está en condiciones de cuidarlo.
Lidia, la abuela de 47 años, trabaja en una clínica y ya cría a una hermanita del niño, de 8 años. Tuvo bastante tiempo al nene en su casa, cuando la mamá vivía en Buenos Aires. Pero hacía un año y medio que no lo veía.
“Nosotros le decimos ‘Pepo’. Es dulce y cariñoso. Le dijimos que se iba a ir de viaje con la abuelita”, explican Lucía y Franco, el matrimonio de acogimiento que entregó al pequeño.
“Pepo” estaba correteando con unos camioncitos por el patio de la Senaf de Río Cuarto. Cuando la abuela ingresó, él siguió interesado en sus juguetes, hasta que Lidia le mostró el celular. Tenía las fotos de cuando él cumplió un año y de su hermanita, que fue a la primera que reconoció.
“¿Esa es ‘Milu’?”, se escuchó preguntar al nene, cuando vio las fotos. Ninguno de los presentes podía contener la emoción. Con su dedito, empezó a pasar las imágenes del celular, hasta que vio a la propia abuela reflejada. “Lala, ¿sos vos?”, le preguntó, y se volvió para mirarla bien.
Lucía y Franco invitaron a abuela y nieto a almorzar y, con Dayhana Chiaraviglio, enlace de Atajo en Córdoba, fueron a despedirlos a la Terminal.
“‘Pepo’ es educado, parece mucho más grande. Nos decía: ‘¿En qué te puedo ayudar?’. Sabe barrer, lavarse las zapatillas. Cuesta desprenderse de él, ayer lo vinieron a saludar los policías que lo encontraron en la calle, también se encariñaron mucho”, comentó a La Voz el matrimonio que tuvo con Pepo su primera experiencia en el programa provincial “familias para familias”.
Lidia se fue con el pequeño en brazos, con todo el amor de abuela y su mejor sonrisa, aunque su corazón sigue roto por su hija.
La mamá del pequeño, que vive en Río Cuarto, ha sido víctima de violencia, y según las pericias no está en condiciones físicas ni psíquicas de cuidarlo. A Lidia le aseguraron que su hija tendrá el tratamiento adecuado.
Medida de excepción
Marcela Quiroga, psicóloga de la Senaf, explicó que “se innovó la medida de excepción de separar el niño de la madre porque los informes socioambientales de la abuela fueron muy favorables”.
“A la mamá estamos acompañándola, hoy le comunicamos la medida sobre el niño y estuvo de acuerdo”, agregó la trabajadora social Elizabeth Gallo… La abuela podría acceder a la guarda y tenencia definitiva luego de un plazo de seguimiento, si se considera que la mamá no está en condiciones de recuperarla.
El niño de apenas tres años que andaba de noche solo por las calles de Río Cuarto, partió con su abuela, rumbo a La Plata, lleno de bolsos de ropa y de regalos. A su hermanita, con la que vivirá ahora, le lleva un conejo de peluche. “‘Milu’ va a estar feliz con ese conejo saltarín”, le dice Adriana Benedetti, representante del área de Niñez de la Nación, también presente en el reencuentro.
“Pepo” mira sonriente, a través de sus pestañas enruladas, y dice: “Y yo también voy a estar feliz”…
Las imágenes e identidades se preservan para respetar los derechos del niño, en un caso que tiene una instancia abierta.
Ag. de Noticias: La Voz
Comentar post