Otra muerte en un robo conmueve a Alto Alberdi y reaviva viejas polémicas… Adrián Brunori (32) fue asesinado de un tiro en el abdomen cuando tres delincuentes, ya detenidos, realizaron una “entradera”. Aireado reclamo de justicia.
muerte de un joven padre de 32 años de edad en medio de un robo domiciliario reavivó una vez más la polémica de la inseguridad, los menores de edad, las promesas incumplidas, los políticos oportunistas y la creciente presencia de droga en la ciudad.
Adrián Brunori se sumó a una larga lista de víctimas del delito que esta semana había agregado a Martín Ríos (45) en barrio San Martín o Alexis Rico (18) hace poco más de un año en el mismo Alto Alberdi, y cuyos autores fueron condenados recientemente por la Justicia.
El dolor, la bronca y la impotencia eran las sensaciones que se palpitaban ayer desde primera hora en la cuadra de la calle León Pinelo al 400, donde en las primeras horas de la madrugada tres delincuentes habían abordado al hermano de Ariel cuando llegaba a la casa.
Ya en el interior habían reducido a todos los miembros de la familia. Adrián, que había terminado de ducharse tras jugar al fútbol con amigos, hablaba con su pareja, actualmente embarazada del segundo hijo en común, cuando escuchó los gritos y le alertó que algo pasaba. La chica sin titubeos aviso a la Policía.
«No sé si hice bien o hice mal en avisar», se lamentaba ayer al mediodía la destrozada mujer, madre de un niño de año y medio, en desgarradoras declaraciones a Canal Doce.
La llegada de la Policía
Un móvil de la comisaría 11ª llegó al lugar y observó un vehículo sospechoso, con uno o dos ocupantes, que habría actuado como apoyo. En el interior, el resto de los delincuentes se apoderaban de distintos elementos.
Según se pudo reconstruir en base al testimonio de Natalia, pareja de Adrián, la presencia policial los alteró, al tiempo que la víctima y el hermano de éste trataban de tranquilizar a los jóvenes malvivientes que actuaban armados y a cara descubierta.
Adrián les habría sugerido que salieron por el fondo de la casa y a través de los techos. Con un botín consistente en teléfonos celulares, billeteras y un control remoto, los sujetos emprendieron el plan de fuga.
En medio de la corrida por un pasillo hacia el fondo de la casa, uno de los sujetos se habría trastabillado. Por detrás, Brunori se acercaba para abrir la puerta. Quizás el delincuente temió que la víctima aprovechara el momento para reducirlo y disparó. La versión policial hablaba que la víctima se había resistido al robo.
El balazo le impactó de lleno en el abdomen de Adrián que cayó moribundo, mientras que los sujetos huían por los techos en medio de una refriega con la Policía.
«Se escucharon cinco o seis disparos en medio de corridas», recordó un vecino del lugar sobre lo ocurrido en la silenciosa madrugada de barrio Alto Alberdi. «Pensé que se trataba de otro hecho de inseguridad», agregó otro vecino, que se mostró compungido por el triste desenlace.
Precoces y peligrosos
Los uniformados lograron la detención de los tres sujetos, de 19, 17 y 16 años, además del secuestro de distintos elementos, al tiempo que Adrián luchaba por su vida en medio de la desesperación de sus familiares que pedían auxilio.
El traslado al Hospital de Urgencias fue inmediato pero a pesar del esfuerzo de los médicos, el muchacho no resistió y falleció a las pocas horas. También dos de los malvivientes habían sido hospitalizados con lesiones en sus miembros inferiores.
La muerte de Brunori sacudió a la barriada, y durante toda la mañana familiares, amigos y allegados a la familia Brunori se acercó a la casa. Por la tarde, se manifestaron en las calles del sector.
Distintos investigadores también recorrieron el barrio, al igual que el fiscal de Instrucción, Gustavo Dalma, en busca de pistas y elementos que permitieran avanzar en las pesquisas e identificar a quienes habrían actuado como “apoyo”.
Anoche los restos de Adrián, que trabajaba como chofer de la empresa Autobuses Santa Fe, eran despedidos en la Empresa Punilla en la calle Paraná.
Fuente: La Mañana
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