La Justicia sentenció a Ricardo Jaime a seis meses de prisión en suspenso. El exfuncionario kirchnerista tiene abiertas más de una decena de causas por sospechas de corrupción. Se lo encontró culpable de intentar esconder pruebas en un allanamiento.
El exsecretario de Transporte de la Nación Ricardo Jaime reconoció que se sintió “contrariado” tras conocer ayer la primera condena en su contra por el Tribunal Oral Federal N°2, por el delito de tentativa de sustracción de documentación tendiente a servir de prueba.
Los jueces Fabián Asís, Carlos Lascano y José María Pérez Villalobo lo sentenciaron en un fallo unánime a seis meses de prisión en suspenso. Los fundamentos se conocerán la próxima semana.
A primera hora de la mañana, el exfuncionario kirchnerista llegó “tranquilo” a Tribunales para atravesar la última etapa del primer juicio oral y público en su contra desde que abandonó la función pública en 2009, e hizo uso del beneficio de la última palabra. “Niego totalmente los hechos que se me imputan”, planteó, tal como lo hizo en las declaraciones de las dos audiencias previas.
“Obviamente, yo pensaba en la absolución”, admitió tras escuchar la resolución en su contra y aseguró que se sentía “realmente contrariado porque consideraba que no había ningún elemento” para la condena.
Pese a ello, declaró a la prensa: “Yo no soy quién para calificar las decisiones de los jueces”.
“Fallo político”
Su abogado defensor, Marcelo Brito, consideró que se trató de “un fallo político” y aseguró que apelará la resolución: “No me cabe absolutamente ninguna duda de que entró la política a Tribunales y acá tenemos el resultado. No tengo duda de que jueces, que ya prevaricaron en su momento porque violaron la ley, se apartaron claramente de lo que ellos sostuvieron siempre, y hoy dictan una sentencia condenatoria”.
Brito sostuvo que en el desarrollo del debate “no fue acreditado absolutamente ningún extremo de la imputación” y adelantó que con los argumentos de la sentencia va a demostrarlo.
El fiscal Maximiliano Hairabedian expresó “satisfacción” por el desenlace del debate pese a que había solicitado una pena de un año de prisión condicional. Precisó que “generalmente una condena, aun en suspenso, suele ser un factor de complicación procesal para personas que afrontan posteriormente otro proceso”.
Jaime tiene abiertas más de una decena de causas por sospechas de corrupción. La condena de ayer fue por hechos transcurridos durante un allanamiento efectuado en la casa de su hija en Villa Carlos Paz en 2010, por pedido del juez federal Norberto Oyarbide, en el marco de una investigación por enriquecimiento ilícito.
Durante el procedimiento, Jaime intentó esconder unas tarjetas personales con su nombre y el cargo de director ejecutivo de la firma Cerro Motos. La maniobra fue advertida y reprendida por un oficial federal, por lo que debió devolver el material probatorio inmediatamente.
Luego, esas tarjetas desaparecieron.
Fuente: La vos
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