El Senado se dispone hoy a aprobar un proyecto de ley sobre «muerte digna» que establece la «autonomía de la voluntad» del paciente para ejercer su derecho a aceptar o rechazar determinadas terapias o procedimientos médicos. Igual sobre «el Derecho de la Identidad de Género»
El proyecto prevé que el paciente que presente una enfermedad irreversible o que se encuentre en estado terminal tiene el derecho a manifestar su voluntad en cuanto al rechazo de procedimientos quirúrgicos, de reanimación artificial o al retiro de medidas de soporte vital cuando sean extraordinarias o desproporcionadas en relación con la perspectiva de mejora o produzcan un sufrimiento desmesurado. Los senadores debatirán también el proyecto de ley que otorga a todas las personas el derecho al «reconocimiento de su identidad de género».
Además, la iniciativa también establece la potestad para el «libre desarrollo de su persona conforme con su identidad de género» y a «ser tratado de acuerdo con su identidad de género y, en particular, a ser identificado de ese modo en los instrumentos que acreditan su identidad respecto de los nombres, imagen y sexo con los que allí es registrada».
Unos de los puntos polémicos sobre la «Muerte Digna» de algunos profesionales, afirma que la vida es un valor primario y principal de la especie humana y, por tanto, en determinadas situaciones trasciende incluso la voluntad individual. Es por ello -analizaron – que toda vida que razonablemente pueda ser salvada, debe serlo. «Debe distinguirse entre las necesidades del organismo humano y la aplicación de los tratamientos médicos. En cualquier caso, las tareas de hidratación y nutrición deben ser continuadas, aun cuando se cese en los tratamientos médicos, y no podrán nunca ser tomadas como encarnizamiento terapéutico».
Sin embargo, Cabanchik detalló que la norma a aprobarse incluye el derecho a manifestar también la voluntad en cuanto al rechazo de hidratación y alimentación aunque la explicitación de los casos quedaría pendiente para la etapa de reglamentación de la norma. Finalmente, el dictamen del colegio hace un llamado de atención sobre la necesidad de lograr la sanción, a nivel nacional, de un Código de Bioética que norme de modo centralizado los principales aspectos inherentes a la cuestión.
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